La Fábrica Nacional de Papel (Fanapel) de Juan Lacaze instrumentará entre
setiembre y diciembre una reforma ambiental en sus procesos de producción, y
en el pasado mes de junio redujeron en un 30% el uso del cloro, según
anunció en el Parlamento, la ingeniera agrónoma Alicia Torres, Directora de
la Dirección Nacional de Medio Ambiente.
Los conceptos fueron realizados el pasado miércoles 13 en la Comisión de
Medio Ambiente del Senado, en la cual también concurrió el ministro Mariano
Arana (Mvotma)
A los efectos de dar un informe sobre los niveles de contaminación por
vertido de desechos.
El ministro Arana puntualizó «la voluntad muy firme» del Mvotma en el
sentido que «a partir de ahora no estamos dispuestos a tener más
contemplaciones en cuanto a cambios de cronogramas. Hemos tomado esta
determinación por el bien de nuestros ciudadanos y por la buena imagen que
debemos seguir impulsando a todos los niveles de nuestro país, tanto en el
contexto regional como internacional».
La directora Torres dio a conocer los acuerdos logrados con la empresa: «los
nuevos plazos establecidos para la implementación de las medidas de reforma
ambiental previstos en este emprendimiento son los siguientes: a noviembre,
tener prontos los cambios en el proceso de quema de los TRS, o sea de los
gases que producen olores nauseabundos; en diciembre, tener implementado el
cambio en el proceso de blanqueo de la pasta de celulosa, de manera que no
exista más producción con cloro elemental y, por tanto, cuando se implemente
la solución del emisario, lo que salga por allí ya no tenga residuos de
cloro elemental».
Como avance, divulgó, «en este último período hubo informaciones intermedias
de FANAPEL, como por ejemplo en junio de 2006, que confirmaron la reducción
en un 30% del uso de cloro. Este proceso no se realizó de un día para el
otro, sino que el cambio se produjo en etapas sucesivas. Por lo pronto, en
este último período hay una significativa reducción del uso del cloro
elemental».
La producción de FANAPEL es de 35.000 toneladas anuales de pasta de celulosa
blanqueada y de 55.000 toneladas anuales de papel.

Control unilateral

Durante la sesión, el senador herrerista Gustavo Lapaz consultó sobre la
situación en el río Uruguay como consecuencia de la planta de celulosa de
Botnia.
Torres contestó que «aprobamos los planes de gestión de la fase que llamamos
de metal, es decir, de construcción de la maquinaria y de ensamblado de la
obra de metal. La etapa de construcción civil de hormigón ya está culminando
y se pasaría a la otra. También estamos esperando los informes que estarían
preparándose en torno a la consultora del Banco Mundial».
«Es la que definiría la eventualidad del apoyo financiero», acotó Arana.
La directora de la Dinama indicó que «por parte del emprendimiento en sí
mismo continúan las obras. Por otro lado, estamos haciendo el seguimiento de
los impactos que genera la obra civil e implementamos -tal como señalé
anteriormente- el monitoreo de la calidad del agua, sólo con la
participación de las autoridades uruguayas».