El Instituto Nacional de Alimentación (INDA) presentó en Cardona el Plan de Humanización de los Centros de Alimentación, actividad que contó con la presencia de representantes de las intendencias de Colonia, Río Negro, Flores y Soriano, según lo consigna este lunes 23 de julio el diario La República a través de su corresponsal en Mercedes, Aldo Roque Difilippo.

En la oportunidad el director del instituto, Uberfil Monzón, expresó que se trabaja «para no generar una mentalidad de mantenidos» en la población que el INDA asiste. El objetivo es que estas personas «se recuperen como seres humanos y se incorporen a la vida social». Para ello, el INDA desarrolla programas de atención a niños, adultos y mujeres embarazadas.

«Uruguay es productivo no sólo por crear materias primas sino también por producir hombres nuevos», sostuvo el sacerdote. Como parte de esta política se procura humanizar los centros de alimentación, ya que «la pobreza tiene un estigma de vergüenza», definió. «Al niño que va a buscar una tacita de leche todos los días se le está agrediendo su sensibilidad. Estamos creando a las personas agresivas del futuro cercano, porque quien es tratado de esta forma en algún momento se las va a cobrar. Hay que terminar con esto», enfatizó Monzón.

Alimentos y vida sana

Según el sacerdote, para revertir esta situación es necesario convertir a los merenderos en lugares recreativos. El director del INDA anunció que cada municipio deberá encargarse de encontrar a las personas adecuadas para llevar a cabo este proyecto. Como ejemplo, explicó la importancia de que grupos de adolescentes enseñen a jugar a los más chicos, mientras éstos meriendan. «Los comedores deben convertirse en lugares de encuentro, donde la pobreza no quite la dignidad de ser personas a quienes asisten», opinó.

Monzón insistió en que el Uruguay productivo surgirá sólo con un cambio de mentalidad. «Yo puedo generar trabajo pero explotar a quien se lo doy. En ese caso también estoy generando pobreza, porque retaceo lo que le corresponde al trabajador», sostuvo. En opinión del sacerdote, una segunda forma de cambiar nuestra mentalidad es «combatir la comida chatarra», que ataca a niños de todos los estratos sociales y llega a ocasionar anemia. Monzón insistió en que es necesario alcanzar un acuerdo, fundamentalmente en los colegios: el de crear una «corriente cultural de consumo de alimentos saludables».

Fuente: Diario La República. www.larepublica.com.uy