La Intendencia Municipal de Montevideo recibió una donación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), por un monto de 550.000 euros, que serán destinados a la restauración del Mercado Agrícola de Montevideo.

Este proyecto busca revitalizar y dinamizar el barrio Goes, a través del fortalecimiento de la convivencia y seguridad, patrimonio y planificación territorial. Se pretende la restauración y reconstrucción de los elementos estructurales, decorativos y funcionales de las cuatro fachadas del Mercado Agrícola.

El Mercado Agrícola es Monumento Histórico Nacional. Además de la recuperación edilicia, la Intendencia está trabajando en el mejoramiento de gestión, con asesoramiento español.

En un predio donado por Carlos H. Crocker -limitado por las actuales calles José L. Terra, Dr. Juan José de Amézaga, Ramón del Valle Inclán y Martín García- se colocó el 30 de diciembre de 1906 la piedra fundamental del Mercado Agrícola. Obra del arquitecto Antonio Vázquez, su habilitación se realizó el 30 de noviembre de 1912.

En 1906 se comenzaron las obras de mampostería, las que se completaron luego con la enorme estructura de hierro del techo, con 5.867 metros cuadrados, que había pertenecido a la Gran Exposición Internacional de Bruselas y fue obsequiada al presidente José Batlle y Ordóñez en una visita realizada a Bélgica. 

En 1913 el Mercado Agrícola fue inaugurado oficialmente. En la fachada que da a la calle José L. Terra puede verse el dedicado trabajo hecho en cerámica europea. La inscripción de la fecha ubica los comienzos de la obra.

Se trata de un proyecto inspirado en las revolucionarias construcciones metálicas del mercado de Les Halles, en París: una estructura metálica -que venía en barco desde Inglaterra y se armaba en el lugar-, con pilares de hierro fundido y cerchas que permiten generar grandes espacios con pocos puntos de apoyo. Semejante a la construcción del Mercado del Puerto, de 1868 y al Mercado de la Abundancia, de 1909, el Mercado Agrícola está considerado como el mejor exponente de ese estilo arquitectónico.

El edificio tiene un casco central -que es el sector histórico- y una ampliación de hormigón hacia la calle Amézaga que pertenece a otro momento de la vida del edificio.