Este año Naciones Unidas celebra el Día del Medio Ambiente bajo la consigna «¡Tu Planeta te Necesita! Unidos a Combatir el Cambio Climático». En ese sentido, es importante señalar que el combate al cambio climático solo será posible modificando los modelos de producción y consumo imperantes.

El modelo de desarrollo agrícola basado en grandes extensiones de monocultivos agrícolas y forestales ha intensificado la concentración y extranjerización de la tierra, con la consecuente desaparición de los pequeños productores, cercándolos y reduciéndolas a una mínima existencia. 

Ese modelo predominante es un modelo de agricultura sin agricultores, basado en el gran capital transnacional y en las grandes maquinarias y uso masivo de agrotóxicos, que desplaza y contamina al pequeño productor y lo deja sin otra alternativa que abandonar su campo. Los más afectados son los jóvenes, quienes al no tener trabajo y sin posibilidad de acceder a tierras y agua, se ven forzados a migrar a los pueblos  o ciudades cercanas, donde en muchos casos pasan a engrosar las filas  de la desocupación y la miseria.

La agricultura familiar es el derecho que tienen las familias asentadas en la tierra  a producir los alimentos tanto para su familia como para el resto de la población. Si estos agricultores desaparecen, los uruguayos nos veremos enfrentados en un futuro cercano a consumir alimentos importados y a precios altísimos, ampliando así aún más la brecha entre ricos y pobres, entre bien alimentados y desnutridos.

Las medidas del gobierno han apostado a paliar la crisis que los pequeños productores están sufriendo por la sequía, mediante medidas tales como el otorgamiento de raciones para el ganado o de azúcar a los apicultores, pero estas ayudas son absolutamente insuficientes y por otra parte están lejos de solucionar uno de los  problemas de fondo, como lo es el monocultivo a gran escala.

Combatir el cambio climático es combatir este modelo de monocultivos que resulta en la destrucción de nuestros suelos, de nuestros montes y praderas naturales, de nuestra agua y de nuestros productores familiares.

La noticia dada recientemente a conocer por las autoridades sobre la entrada formal de solicitudes para la comercialización y producción de semillas transgénicas y el anuncio de que la multinacional Monsanto se instalaría en nuestro país, solo acrecentarían aún más la crisis que se vive en el campo.

Las organizaciones firmantes llaman a toda la población a unir fuerzas y apoyar a los pequeños productores para que puedan permanecer en sus tierras. Si ellos permanecen en los campos nos aseguraremos que nuestras tierras se destinen a producir alimentos para nuestros habitantes y no para monocultivos agrícolas y forestales que solo dejan desolación y destrucción del tejido social y degradación ambiental.

Solo se puede ayudar a combatir el cambio climático con políticas que apunten a  la diversidad de cultivos y a detener y revertir la destrucción de nuestros ecosistemas y de nuestra gente.

 

5 de junio 2009.

Por mayor información y/o entrevistas:

Asociación de Mujeres Rurales del Uruguay

Ximena Orge 209 0735.

Comisión Nacional de Fomento Rural

Gustavo Pardo  200 3519 – 204 0133

RAPAL Uruguay.

María Isabel Cárcamo – 099613193

Adhieren:

Asociación de Productores Orgánicos del Uruguay.

Centro de Estudios Uruguayos de Tecnologías Apropiadas.

Centro Emmanuel – Colonia Valdense.

Consumidores Organizados de Producción Agroecológica del Uruguay.

Escuela de Agroecología «Dos Margaritas».

Foro Juvenil.

Grupo Guayubira.

Grupo de Vecinos y Vecinas de Cuchilla de Rocha-Sauce.

Instituto para el desarrollo Territorial Rural-Aguas.

Pindó Azul – Departamento de Treinta y Tres.

Programa Uruguay Sustentable.

Red de Agroecología, Regional Minas.

Red de Productores Orgánicos de Lavalleja.

Redes – Amigos de la Tierra.

Sociedad Apícola Uruguaya.

Secretaría Regional Latinoamericana de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación.