Tras una investigación de 10 años en Austria, Alemania y Estados Unidos, un ciudadano belga de 51 años de edad llamado Marc Vermeeren, funcionario de la administración de Aduanas, ha descubierto que actualmente hay en el mundo 40 personas vivas que son parientes de Adolf Hitler, el terrible dictador creador del partido nazi.
Para restablecer el árbol familiar y establecer el parentesco de todos ellos de forma científica, Marc Vermeeren hizo que se analizaran, con su dinero y por un laboratorio privado, pruebas de ADN de estas personas.
Este funcionario dice haber encontrado tres bisnietos del padre de Hitler en Long Island, a las afueras de Nueva York, con el apellido falso de Stuart-Houston. Son los descendientes de una rama de los Hitler que salió de Alemania huyendo del nazismo. Uno de los hermanos llegó a ser agente de policía en Nueva York. Esta rama de los Hitler parece haberse puesto de acuerdo en no tener hijos «para acabar con la saga», dijeron.
Para conseguir sus pruebas, Vermeeren usó un procedimiento cuando menos particular, que le llevó incluso a rebuscar en la basura de un restaurante de Nueva York una servilleta que había usado una de estas personas para de ahí sacar saliva que sirviera para los análisis de ADN. En un pueblo austríaco recolectó colillas de cigarrillos fumados por una persona de la que este funcionario de aduanas había investigado en los registros parroquiales que tenía parentesco con Hitler.
En esa región de la Baja Austria, de donde era originario el dictador, son la mayoría de las personas que ha encontrado Vermeeren, aunque ninguna de ellas usa ya el apellido de su desgraciadamente famoso pariente. Algunos han cambiado el apellido hasta hacerlo pasar por Hüttler. Otros se llaman ahora Schmidt o Komppensteiner. Algunas de las personas que encontró Vermeeren y que tienen lazos de sangre con Hitler ni siquiera lo sabían porque fueron sus padres o abuelos quienes cambiaron el apellido de la familia.
Para su tranquilidad, según este funcionario belga, ninguna de estas personas tiene parecido físico con el dictador nazi. Lo que está claro es que Vermeeren ha trabajado duramente en su investigación, para la que ha leído hasta 500 biografías de Hitler -él mismo ha publicado dos y planea escribir tres más-. Durante su investigación fue ayudado por el periodista Jean-Paul Mulders, del diario belga «Het Laatste Nieuws» y de la revista «Knack».