El empresario multimillonario Sebastián Piñera se convirtió este domingo en el próximo presidente de Chile, quebrando 20 años de gobiernos de centro-izquierda y permitiendo la primera victoria en las urnas para la derecha en más de 50 años, consignó el domingo 17 de enero la agencia AFP bajo la firma de Paulina Abramovich y José Luis Varela.

Piñera, quien obtuvo 51,6% de los votos contra 48,4% del ex presidente social demócrata Eduardo Frei, prometió en su discurso de proclamación «derribar muros que nos dividen y construir puentes de encuentro», ante 30.000 enfervorizados adherentes reunidos en las afueras de su comando de campaña.

Frei representaba a la Concertación, la coalición de partidos de centro- izquierda que gobierna desde 1990, tras el fin de la dictadura de Augusto Pinochet.

Poco antes del discurso, Frei fue hasta la sede de Piñera a felicitarlo, y allí el nuevo presidente le dijo que «nuestro país necesita unidad. Los problemas que enfrentamos hoy día son muy grandes y desafiantes, y necesitamos unidad».

Piñera le dijo igualmente a Frei que «para tener un buen país necesitamos no sólo un buen gobierno sino una buena oposición. Estoy seguro de que vamos a tener una oposición leal, constructiva, que va a fiscalizar con rigor, como corresponde, pero que va a tener un espíritu constructivo».

El empresario, de 60 años, llegó a la presidencia con un mensaje de cambio y gracias a que logró desvincularse de la imagen de la dictadura de Augusto Pinochet, tan asociada a la derecha chilena.

Una vez conocida la victoria de Piñera, miles de chilenos salieron a las calles en varias ciudades del país haciendo sonar las bocinas de sus autos y ondeando banderas de Chile.

«El país pedía un cambio, los de derecha queríamos algo bueno para el país, demostrar que queremos vivir en paz y no con odio», comentó una partidaria de Piñera, provista de una pancarta con el rostro de su candidato en una calle céntrica de Santiago.

Frei, por su parte, se apresuró a reconocer la victoria de su rival.

«Quiero felicitar a Sebastián Piñera; la mayoría de los chilenos le ha dado la confianza para que conduzca los destinos del país por los próximos cuatro años», dijo Frei en su comando de campaña.

«Espero que prevalezca el diálogo, la búsqueda de acuerdo y se mantengan las conquistas sociales que tanto nos ha costado recuperar», agregó.

Poco después Piñera fue felicitado telefónicamente por la presidenta Michelle Bachelet, que durante la campaña había dado un apoyo decidido a Frei y que derrotó al hoy ganador en las pasadas elecciones, hace cuatro años.

«Hoy día la gente eligió democráticamente y lo eligió a usted como nuevo presidente de la República», le dijo la mandataria en una conversación trasmitida por la televisión estatal.

«Le agradezco mucho sus palabras y quiero pedirle consejos y ayuda», le respondió el presidente electo, quien elogió el mandato de cuatro años de Bachelet.

Siguiendo una tradición que se remonta a varias elecciones, este lunes en la mañana Bachelet visitará a Piñera en su casa.

La derecha vuelve al poder en Chile por primera vez desde el final de la dictadura de Pinochet en 1990 y concreta su primer triunfo en las urnas desde 1958 cuando ganó Jorge Alessandri.

Igualmente significa el fin de 20 años en el poder de la Concertación, la coalición de cuatro partidos de centroizquierda que gobierna Chile desde 1990.

De manera paradójica la derrota de la Concertación se da cuando la presidenta Bachelet detenta una popularidad del 80%, que no pudo endosar a Frei ni aprovechar en beneficio propio, porque la Constitución no permite al presidente optar inmediatamente a un segundo mandato.

A partir de mañana, Piñera tendrá afrontar la inquietud sobre el posible conflicto de intereses entre sus intereses económicos -muchos de ellos en sectores estratégicos como la aeronáutica o la televisión- y su presidencia.

Accionista mayoritario de la aerolínea LAN, propietario del popular club Colo Colo y dueño del canal Chilevisión, entre otras propiedades, se ha hecho acreedor al apelativo de ‘el Berlusconi chileno’, en alusión al primer ministro italiano Silvio Berlusconi.

Para acallar críticas, Piñera delegó en abril de 2009 la administración de gran parte de su fortuna en una figura de fideicomiso ciego, donde no interviene en las decisiones de negocios.

No obstante, mantiene su propiedad sobre 26% de las acciones de LAN, las que se comprometió a vender antes de asumir su mandato el 11 de marzo.

En cambio, dijo, se quedará con el club de fútbol.

Fuente Contenido e Imagen: Agencia. AFP.