El pasado viernes 7 de mayo fue presentado el libro “Trayectorias académicas y laborales de los jóvenes en Uruguay”, elaborado por los docentes de la Facultad de Ciencias Sociales, Marcelo Boado y Tabaré Fernández. La publicación toma como base 2200 encuestas realizadas en el año 2007 a jóvenes de todo el país que cuatro años antes habían participado en el Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés). Los jóvenes entrevistados tenían entonces 15 años, y fueron reencuestados a los 20. Los datos, comparados con los resultados del PISA, fueron además cotejados en funcion del entorno sociocultural del centro educativo al que asistían en el 2003, con una categorización que va desde “muy desfavorable” hasta “muy favorable”.

Uno de los objetivos de la investigación era determinar quiénes habían terminado el ciclo básico, quiénes la enseñanza media superior, y quiénes habían llegado a la educación superior, a la vez que se consultó a los jóvenes sobre sus experiencias laborales que habían tenido a los 20 años.

Los datos señalan que la evaluación PISA realizada en el año 2003, estableció que el 48% de los adolescentes presentaron los niveles de evaluación más bajos (0 y 1, en una escala de 0 a 6), por lo que son considerados como “analfabetos” en la sociedad del conocimiento. Sólo el 10% obtuvo los niveles más altos. Otros datos que presentan los autores, es que en el 2003, el 25% de los jóvenes de 15 años no concurría a ningún centro educativo, y que de los 2200 jóvenes entrevistados en el 2007, el 87% finalizó el ciclo básico.

Ante esta constatación, Boado y Fernández sumaron el 13% que no completó el ciclo básico, al 25% de jóvenes que no accedió a ese nivel de enseñanza, y determinaron que “la universalización (de la educación media) es un objetivo que aún resulta lejos de alcanzarse”.

Sobre la educación media superior, los docentes apuntan que “el factor más importante para predecir la trayectoria es el entorno socioeconómico del centro educativo”. Los autores explicaron que aquellos adolescentes que en el año 2003 obtuvieron los niveles más altos en las pruebas PISA, y “cursaron en un liceo público o en una UTU del entorno muy desfavorable o desfavorable, la mitad no llegó a la educación superior”. Del otro lado, “cuando mirás cuántos de esos muchachos llegaron a la educación superior pero partiendo de un liceo privado muy favorable, te encontrás 9 de cada 10”. En otras palabras, según señalan los autores, “la sociedad uruguaya se perdió (de formar) a la mitad de los estudiantes que estaban en entornos muy desfavorables o desfavorables”.

Para el sociólogo César Aguiar, “el sistema educativo agrega y consolida desigualdades y es el principal desigualizante en la sociedad uruguaya, fundamentalmente en la educación media”.

Fuente: (la diaria, Amanda Muñoz, pág. 12; 11/05/2010). Difusión de La Agencia Voz y Vos/El Abrojo.