La Federacion de Iglesias Evangélicas del Uruguay, con motivo de celebrarse el próximo domingo 31 de octubre el Día de la Reforma Protestante, emite la siguiente declaración:

Celebramos el redescubrimiento de la inconmensurable misericordia de Dios. Por su sola Gracia y sin mediación de persona ni mérito alguno, nos coloca en una perspetiva liberadora de salvación, recordándonos que por el solo sacrificio de Cristo en la cruz, Dios perdona nuestra iniquidad y nos vuelve a considerar hijas e hijos suyos.

A casi quinientos años, el mensaje de la Reforma:

Nos reorienta en la vocación de vivir la fe como una confianza activa en un Dios vivo y amoroso.

Nos impulsa a una espiritualidad basada en el agradecimiento y la responsabilidad individual y colectiva y no en los méritos y el miedo al castigo.

Nos motiva a un trabajo cotidiano solidario, sirviendo al prójimo a través del desempeño de la profesión o tarea particular con los dones (capacidades) que con igual bondad Dios ha repartido a cada uno y cada una.

Nos desafía a ser ministros y ministras de Dios, como educadoras, enfermeras, cartoneros, carpinteros, políticos, empleadas domésticas, industriales, albañiles, doctores, barrenderos, predicadores, peones rurales, policías, músicos y en cada una de las otras y tantas ocupaciones y profesiones que existen; con igual dignidad, para el bien de la sociedad y la sola gloria de Dios.

Reafirmamos nuestra vocación de ser instrumentos útiles para una inclusión digna de todas las personas al tejido social. Lo hacemos en medio de las circunstancias históricas que transita nuestro país, donde grandes sectores de la población permanecen excluidos del acceso a la protección y los cuidados mínimos, a la educación, al trabajo, a salarios y jubilaciones adecuadas a sus necesidades.

La tarea de servicio social de las iglesias es muy amplia y en su mayor parte está sustentada por el trabajo voluntario no remunerado. Entre otras, comprende áreas como: educación, atención y promoción humana en general con niñez, adolescencia, juventud, ancianidad, personas con capacidades diferentes; personas afectadas por VIH-SIDA, cáncer; población encarcelada y readaptación de liberados, prevención y rehabilitación por consumo de drogas; derechos humanos. No obstante y de acuerdo con las dimensiones de los problemas y las necesidades a satisfacer, la tarea todavía no es suficiente. Valoramos en este aspecto el aporte que el Estado ya hace y reafirmarmos nuestro compromiso de seguir promoviendo y capacitando personas dispuestas al trabajo de servicio social en equipos, comisiones, y redes interinstitucionales.

Recibimos con beneplácito la mayor apertura y respeto a la libertad de conciencia, que nuestra sociedad va manifestando respecto a la necesidad de reflexionar y legislar éticamente y en forma más equitativa en cuestiones que otrora resultaran casi imposibles de abordar incluso hasta en los ámbitos más íntimos, familiares y comunitarios. Como ejemplos citamos: las diversas formas de abuso y violencia familiar, la salud sexual y reproductiva; las parejas de hecho y parejas homosexuales, la voluntad anticipada de decidir sobre la propia muerte. Consideramos que el aporte de todas las iglesias, como el de la ciudadanía en general,es de suma importancia al momento de tener que legislar sobre cuestiones complejas. Las iglesias herederas de la Reforma, contamos con una larga experiencia de diálogo con las diversas expresiones y cambios que la cultura, en todos los campos del quehacer humanoen tiempos de la modernidad y la postmodernidad, nos coloca como desafíos y oportunidades.

Oramos, cada domingo y en los cultos y celebraciones habituales, por nuestros gobernantes a nivel nacional, regional e internacional, a fin de que, como dice el apóstol Pablo, “podamos vivir quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad”. (1ª Timonteo 1,2). Tambiénoramos a Dios por todos y cada uno de los motivos que en nuestra sociedad nos preocupan y ocupan. Y damos gracias y celebramoscon alegría las bendiciones que de Dios recibimos sin siquiera haberlas merecido (Lucas 17,10)

Agradecemos a Dios por el surgimiento del Foro del Diálogo Interreligioso, que ha permitido un compartir llano y sincero entre una gran diversidad de expresiones religiosas y con el Estado, sobre temas como violencia doméstica y educación. El Foro ha planteado además una perspectiva de reflexión y colaboración mutua respecto a: – la relación de las expresiones religiosas con el Estado; – la laicidad, la educación, y las religiones; – la organización de eventos e instancias de comunicación de las expresiones religiosas en y con la sociedad.

Expresamos que como federación de iglesias que se sabe resultado, heredera y protagonista de la proclamación libre del evangelio de Jesucristo, nos sentimos parte de la gran familia de iglesias cristianas y de todo el pueblo de Dios, en diversidad más amplia de denominaciones, que reconoce y busca en las Sagradas Escrituras y con la ayuda del Espíritu Santo, su fuente de inspiración y espiritualidad.

Invitamos a todas las iglesias cristianas a recordar y celebrar el Día de la Reforma Protestante encontrándose mutuamente, con el sentimiento y la apertura del llamado a la unidad con que Jesucristo ruega al Padre por todo el pueblo de Dios: “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”. (Juan 17,20-21)

Junta Directiva de la Federación de Iglesias Evangélicas del Uruguay.

Av. 8 de Octubre 3324 (C.P. 11.600) Montevideo – Uruguay – Tel. 4873316

presidenciafieu@adinet.com.uy

Iglesia Evangélica Valdense en el Río de la Plata; Iglesia Metodista en el Uruguay; Iglesia Evangélica del Río de la Plata; Primera Iglesia Evangélica Armenia; Iglesia Evangélica Luterana Unida; Iglesia Reformada Húngara; Iglesia Pentecostal Naciente; Ejército de Salvación. Entidades adherentes: Hospital Evangélico, Asociación Cristiana de Jóvenes y Juventud para Cristo.