A partir del mes de septiembre de 2011, cuando se reglamente la Ley de Adopción, los niños menores de 2 años en situación de amparo, no podrán permanecer más de 60 días en hogares del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU). El plazo es de 90 días para los niños de entre 2 y 7 años.

“La idea es que estos niños tengan la posibilidad de una vida en familia”, explicó el director del INAU, Dardo Rodríguez, quien anunció que en breve se dará a conocer una campaña publicitaria para invitar a la población a sumarse a un registro de familias que se encargarán de aquellos niños que el INAU no pueda cuidar por haberse cumplido el plazo establecido por ley.

El objetivo, explicó Rodríguez, es apostar a un modelo de acogimiento familiar “moderno”, que permita cumplir con estos plazos.

Judith Aude, directora del Programa de Acogimiento Familiar de INAU, explicó que no es necesario que exista un vínculo de sangre con los niños para integrarse a la propuesta, pero advirtió que no habrá adopción de por medio. “Para los que desean adoptar hay otra lista. Tienen que pensar esto como algo transitorio”, señaló.

En este marco, una madre sustituta del INAU, integrante del programa “Alternativa Familiar”, se niega a entregar al organismo al niño que tiene a su cuidado.

La mujer se hizo cargo del niño dos días después de su nacimiento, en diciembre de 2009; días atrás recibió un comunicado de parte del organismo, en el que se la intimaba a dar al niño a la familia adoptiva correspondiente, en función de la lista de espera manejada por el INAU.

“Queremos que el niño sea protegido y quede en casa, con la familia que tiene que quedar, que es la que él conoce como su familia. Sé que hay una lista para adopciones, pero se puede alterar por esta situación”, dijo la mujer, quien reconoció que recibió al niño “con la condición de tenerlo 30 o 40 días”.

El director del INAU, Jorge Ferrando, explicó que “hubo mucha demora” a nivel judicial para dar al niño en adopción, y que por este motivo se generó el problema. “Siendo tan pequeños, es conveniente que la decisión se tome en el menor plazo posible, porque es lógico que se genere un vínculo con la familia sustituta”, agregó.

La mujer explicó que fue a causa de esta demora que se inició “todo este trámite judicial” para poder adoptar al niño.

Un informe elaborado por una psicóloga de la unidad departamental de Durazno del INAU, señaló la “inconveniencia” de que el niño pase a estar bajo el cuidado de otra familia.

Fuente: (La República, Gelsi Ausserbauer, pág. 13; 04/07/2011; El País, Víctor Rodríguez, pág. A13; 04/07/2011) y Agencia Vos y Voz El Abrojo.