Buenos Aires, 21 de diciembre de 2011. Médicos Sin Fronteras (MSF) cumple 40 años de acción humanitaria independiente, pero tiene poco que celebrar. Las razones que dieron lugar a su creación, el 21 de diciembre de 1971 en París, siguen vigentes.

«Si miramos la historia de la organización vemos que las crisis en las que brindábamos asistencia hace 40 años hoy se repiten, con más complejidad y a mayor escala,» dijo el Dr. Luis Paiz Bekker, director de la organización en Argentina.

MSF fue fundada por un grupo de médicos y periodistas, frustrados unos por la ineficacia con que se atendía a las víctimas, otros porque el mandato de la organización en la que trabajaban les impedía prestar testimonio sobre las crisis que presenciaban.

Desde su creación hasta nuestros días, el objetivo de MSF es asistir a las poblaciones vulnerables que necesitan ayuda urgente: preservar la vida, aliviar el sufrimiento y restablecer la dignidad de las personas en periodos en los que su supervivencia está amenazada. Esta ayuda, de sociedad civil a sociedad civil, es temporal por naturaleza y no se dirige a las causas de las crisis sino a las consecuencias inmediatas que éstas tienen en las personas que las sufren: MSF les ayuda a superar el periodo de emergencia y trata de restablecer su capacidad para decidir. En esta labor, hoy como hace 40 años, el trabajo de MSF es ajeno a cualquier interés político, económico o religioso, y se basa únicamente en las necesidades de las personas más vulnerables en situaciones de crisis.

Al mismo tiempo, MSF presta testimonio sobre la situación de las poblaciones a las que asiste, exponiendo públicamente las responsabilidades de quienes causan las crisis, de quienes tienen capacidad de influencia o de aquellos que tienen la responsabilidad primera de responder.

Es por eso que, al cumplir cuatro décadas desempeñando esta labor, queremos llamar la atención sobre cuatro de las emergencias humanitarias en las que MSF está trabajando, que, aunque afectan a millones de personas, han caído en el olvido:

República Centroafricana: alarmante tasa de mortalidad

RCA se encuentra en el borde de una emergencia médica crónica, que permanece desatendida y en el olvido. La violencia, la falta de estructura sanitaria, las carencias económicas, y la prevalencia de enfermedades olvidadas acechan a su población. Para más información:

http://msf.org.ar/noticias_y_prensa/nota1.asp?idnoticia=487

Colombia: exclusión del sistema de salud

El conflicto armado colombiano, que lleva más de cinco décadas, impide el acceso a la atención sanitaria. Las dificultades para ir al médico hacen que muchas personas prolonguen innecesariamente su sufrimiento, aumentando el riesgo de padecer complicaciones médicas o incluso morir. Para más información:

http://msf.org.ar/noticias_y_prensa/nota1.asp?idnoticia=486

India: enfermos olvidados de Kala Azar

El kala azar provoca la muerte de 60.000 personas al año. India es uno de los países más afectados por esta enfermedad, que está fuera de las agendas de salud pública y de la industria famarcéutica, aunque afecta a millones de personas. Para más información:

http://msf.org.ar/noticias_y_prensa/nota1.asp?idnoticia=489

Sudán del Sur: aumenta el número de refugiados

El país más joven del mundo, que nació con una precaria infraestructura sanitaria y necesidades médicas insatisfechas, está recibiendo a cientos de refugiados sudaneses que escapan del conflicto en su vecino del norte. Se prevé que las necesidades vayan en aumento con la llegada de más refugiados. Para más información:

http://msf.org.ar/noticias_y_prensa/nota1.asp?idnoticia=488

«Además de llamar la atención sobre las crisis humanitarias que atraviesan nuestros pacientes en diferentes lugares del mundo, también queremos aprovechar este día para rendir homenaje a los más de 27.000 trabajadores que nos ayudan a brindar atención médica a las poblaciones que lo necesitan; a los más de cinco millones de socios que con su aporte hacen posible nuestro trabajo y garantizan nuestra independencia; y principalmente, a los pueblos que hoy son víctimas de las peores crisis médico-humanitarias,» agregó Paiz Bekker.