Entrevista con el rector de la Universidad de Montevideo, Dr. Santiago Pérez del Castillo, en la que realiza un balance del Ciclo Pensar Uruguay 2011, realizado en el marco de las celebraciones de los 25 años de los inicios de la actividad académica de la UM.
¿Cuál es el balance del Ciclo Pensar Uruguay?
Fue una primera experiencia en materia de ciclos de esta índole para la universidad. El balance es positivo. Tenemos que mejorar en algunas cosas, pero fue positivo poner encima de la mesa tres temas fundamentales como lo son trabajo, familia y educación, para que la opinión pública de alguna forma se mueva en torno a ellos. Es un buen camino para contemplar eso que está incluido dentro de la función de extensión que tiene la universidad. Dentro de esta definición caben muchas cosas, una de ellas es ser formador de opiniones, de ámbitos de diálogo. En este punto quizá tendríamos que mejorar para que haya un poco más de debate. Otro punto que podríamos mejorar para futuros ciclos sería que haya circulación de los documentos de trabajo antes de que se produzca el evento concretamente.
A la luz de la experiencia del ciclo, ¿qué planes tiene la universidad para el año que viene a nivel de temas macro?
Hemos hablado algo con Enrique Etchevarren, que es el director del ciclo. De alguna manera, la evaluación que acabo de hacer es producto de un informe que él hizo. Procuraremos seguir insistiendo en estos temas y agregar temas nuevos. El ideal, y así estuvo pensado al principio, era los que ya estaban en la opinión pública. Que en la universidad se traten temas que aparecen en los diarios. Que la universidad esté aterrizada a la realidad en la cual está inserta. Los temas que aparecen en los diarios de repente el año que viene son los mismos o son otros: inserción social, desarrollo social, evaluación de los planes ministeriales, el tema del aborto, integración regional, seguridad. Me gustaría que sean más discutidos. El mayor debate que hubo fue en el encuentro sobre trabajo con la participación de un miembro del PIT-CNT, que planteó en broma que iba a suicidarse, pero fue evidentemente una demostración de que estaba en desacuerdo con lo que había escuchado y quería marcar otra visión diferente. Eso es bueno. Entre los temas posibles, probablemente sobre trabajo hagamos algo. Quizá bajarlo un poco más a detalle y debatir por ejemplo sobre la conflictividad. ¿Hasta qué punto la conflictividad es un obstáculo para la inversión?  La seguridad es otro de los temas. Ahí lo que hay es muy poco abordaje académico y comparativo.
Recientemente una encuesta a los egresados de la UM reveló que la inserción laboral es del 97%…
Pienso que es un dato alentador. Me parece que es una forma de justificar la inversión que efectúa el alumno de la universidad. Quizá haya un componente de buena situación del mercado laboral, una tasa de desempleo baja, pero es un porcentaje alto. Es un buen dato, auspicioso, que dan ganas de hacer más. Una de las cosas en la que tenemos que estar pendientes a la hora de gestionar nuevas propuestas académicas es lo que en el mercado se está pidiendo, o lo que el proyecto de país que la mayoría tiene va a necesitar. Pienso en su momento en el software. Una universidad debe estar atendiendo lo que el mercado pide y tener en cuenta también lo que la sociedad y el proyecto común de país necesitan. A mí me gustaría impulsar una carrera de ‘agrobusiness’ o de agroalimentación. Formar una mezcla de contador, economista y agrónomo, para que tenga idea de lo que está vendiendo, cómo producir y como encontrar mercados adecuados. La educación superior es un mar sin orillas, nosotros no tenemos la aspiración de ser una universidad enorme pero tenemos que estar atentos a este tipo de evolución. Las privadas cuentan con más capacidad de hacer estas cosas con rapidez, quizá con menos rigidez y burocracia.
¿Cómo ve la inserción de la UM en la sociedad uruguaya?
La siento bien posicionada. La gente habla bien, con admiración y respeto. Tendríamos que procurar decirle a la opinión pública que somos buenos y buscamos la excelencia y hay mucha gente que tiene la capacidad de obtenerla, pero no llegar al punto de que haya quienes piensen “esto no es para mí”. Que no nos tomen con un listón tan alto y se autocensuren. Hay que estudiar el tema de que no quede nadie afuera si es capaz.
¿Qué mensaje le da a los futuros alumnos de la Universidad de Montevideo?
Que vengan a la UM a obtener una profesión y también un estilo de vida. Un estilo de vida en el que cada día es un día que hay que conquistar. Hay que realizarse en ese día, ser feliz, estar contento, porque entre otras cosas si uno sirvió, hizo algo útil y fue factor positivo donde hay rencillas y conflictividades, se va a sentir pleno. Hay que buscar la verdad y aprender a contemplar la belleza; en esos conceptos se justifica la universidad, por lo que una persona que viene a ella tiene que venir a por lo verdadero, por lo hermoso y lo bueno. ¿Qué es lo bueno? Es andar en una buena onda con tu gente, organizar una familia y criar a tus hijos sanos y derechos, obrando con el ejemplo.
Me vienen al recuerdo unas palabras de un profesor de Eton, quien dijo a sus alumnos en 1861: “Ustedes asisten a una gran escuela, no tanto por el conocimiento, sino para adquirir artes y hábitos: el hábito de la atención, el arte de la expresión, el arte de asumir una postura intelectual, el arte de ingresar rápidamente en el pensamiento de otra persona, el hábito de someterse a la crítica y a la refutación, el arte de indicar asentimiento o disenso de forma medida, el hábito de prestar atención a los pequeños detalles de los que depende la exactitud, el hábito de advertir qué es posible realizar en un tiempo determinado. Van a una gran escuela para desarrollar el gusto, el discernimiento, el coraje y la sobriedad mentales. Pero, sobre todo, asisten a una gran escuela para conocerse a ustedes mismos”.
Fuente: Universidad de Montevideo. http://www.um.edu.uy