La diputada Ana Lía Piñeyrúa dijo en la reunión de UNA celebrada el domingo 22 de enero en el balneario La Paloma que el país enfrenta una crisis de legalidad y dignidad: “Hemos asistido durante el gobierno del FA, durante la pasada y, más acentuadamente, durante la presente administración, a una sistemática violación de la legalidad democrática. El ejemplo más claro, aunque no el único, fue el de la anulación de la Ley de Caducidad. Es muy claro que no priman en el seno de la coalición de gobierno las convicciones democráticas. Esto está en el discurso y en la práctica. No se puede ignorar”.
“Por otra parte, la política exterior de la actual administración frenteamplista que ha apuntado más a buscar afinidades ideológicas que a defender los intereses del país, entre otras cosas, ha colocado al Uruguay de rodillas frente a la Argentina, nos ha situado en una situación internacional comprometida como consecuencia de las guiñadas a Irán. Fue por alinearse con Chávez y sus socios que el gobierno ha sometido al pueblo uruguayo a la vergüenza de elaborar una propuesta que pretendió violentar la soberanía del parlamento paraguayo y violar el Tratado de Asunción, constitutivo del Mercosur, para lograr la incorporación de Venezuela al bloque.”
Manifestó también la legisladora nacionalista que “no pueden soslayarse los temas que siempre han estado en el centro de nuestras propuestas: la seguridad pública y la educación, que son las principales preocupaciones de los uruguayos. Huelgan los comentarios sobre la situación de la inseguridad que asola a nuestra sociedad o las explicaciones infantiles del Ministro del Interior en la Comisión Permanente, así como la decadencia de nuestro sistema educativo el cual genera cada vez más desigualdades que serán difíciles de remediar en el futuro. A estos deben agregarse problemas en el sistema de salud y la política vivienda.”
“A todo esto debe agregarse la incompetencia operativa, la enorme incapacidad de gestión del gobierno del FA. No hay nada que puedan ejecutar bien. No sólo no tienen políticas públicas en varias áreas sino que las que tienen no saben gestionarlas. Incompetencia e incapacidad que se extiende hasta la administración y ejecución de los recursos que el Parlamento le ha aprobado para temas tan importantes como, por ejemplo, la educación”.
En otro pasaje, la Presidenta de la Comisión Departamental de Montevideo del partido nacional sostuvo que “todo esto en un contexto de crecimiento de la economía y del consiguiente aumento sin precedentes de la recaudación a través de tributos que desde el gobierno de Vázquez apuntan, fundamentalmente, a esquilmar a la clase media sin dejar de tocar a los asalariados de ingresos medios-bajos. Un sistema tributario que bajo la impronta del MPP y del Partido Comunista va apuntado, también, a castigar a sus tradicionales enemigos de clase como propietarios o productores agropecuarios”.
Hizo referencia también al caldo de cultivo para la corrupción “que se va creando a través de normas que una y otra vez se aprueban en el Parlamento con el apoyo de la mayoría del FA que flexibilizan las competencias de los órganos de contralor. A través de decenas de sociedades que se regulan por el derecho privado pero que manejan dineros públicos que no están sujetas a ningún tipo de contralor. A través de la instalación en la órbita de la Presidencia de programas de los que no se conoce ni se controla la gestión ni los resultados.”
A su vez, la diputada Piñeyrúa reivindicó para la UNA “la mayoría partidaria obtenida en las urnas y ratificada por recientes estudios de opinión pública, por lo que estoy convencida que el sector tiene una enorme responsabilidad y una enorme oportunidad: la de colocar al Partido Nacional como alternativa de triunfo en las elecciones del 2014”.
Reclamó también la valorización del Directorio del Partido Nacional como ámbito de discusión y decisión y la creación del “gabinete en las sombras” para dar seguimiento a las acciones del gobierno.
“Nosotros somos la oposición. La gente que nos votó no quería a Mujica y aspiraba a que si perdíamos fuéramos oposición. La “gobernabilidad” de Wilson no se aplica ahora. Todos conocemos la particular situación en la que Wilson ofreció la gobernabilidad. Este es un gobierno que concentra todo el poder. Que goza de mayorías parlamentarias y que usa de ellas sin ni siquiera consultarnos cuando le conviene. No necesita de nosotros ni recurre a nosotros cuando no le interesa. Nadie habla de una oposición destructiva similar a la que llevó adelante el FA desde la oposición, esa no ha sido nunca nuestra actitud en el pasado ni lo será en el presente.”
Dijo también que “el funcionamiento orgánico, la crítica fundada y la formulación de propuestas hechas en nombre de la mayoría del Partido Nacional tienen que marcar nuestra acción en los tiempos que vienen”.