El diputado de Vamos Uruguay, Juan Manuel Garino, condenó lo que consideró inoperancia por parte de las autoridades correspondientes y falta de respuestas a las denuncias por contaminación ambiental  presentadas hace aproximadamente cinco meses

El legislador del Partido Colorado recordó que en el mes de diciembre se realizó una denuncia por contaminación y mal manejo de basura en la Cañada “Chacarita de Los Padres” en Punta  Rieles, Montevideo. La documentación correspondiente fue entregada en mano, en las últimas horas a la Ministra Graciela Muslera.

La denuncia fue elevada a la Dirección Nacional de Medio Ambiente, Ministerio de Salud Pública, Departamento de Desarrollo Ambiental de la Intendencia de Montevideo, Ministerio de Turismo y Deportes, Junta Departamental de Montevideo, Alcaldía Municipio F y Defensor del Vecino de Montevideo. A pesar de los múltiples organismos que entienden en la materia, en ningunos de los casos se recibió respuesta.

De acuerdo al relevamiento realizado por el propio legislador, el puente ubicado en el lugar se encuentra en mal estado: la base del mismo ha sido lavada y su estructura no está pensada para tránsito de peatones y motos; sin embargo, personas cruzan diariamente sobre él en bicicleta y carros.

También hay un gran caudal de basura. Todo esto  constituye un equivocado e ilegal manejo de la basura. Ello afecta el medioambiente, la salud de los vecinos y animales domésticos que habitan en la zona.

Hay que destacar que dicha basura está compuesta por material orgánico e inorgánico, demorando, éste último, cientos de años en descomponerse.  Elementos sólidos y químicos que afectan la fauna y flora de la zona, los bañados del este de Montevideo, los afluentes de la cañada, el arroyo Carrasco y el Río de la Plata.

Vale destacar que esto afecta especialmente a los animales domésticos que se alimentan y conviven entre la basura. El traslado de los residuos hacia las playas de Montevideo afecta la rica biodiversidad que allí se encuentra, y actividades tales como la pesca  y el turismo. Las playas, por ende, terminan constituyéndose en un peligro para los bañistas y  provocan desagrado para las personas que las recorren por estar en presencia de desperdicios y basura a lo largo de la costa.