Uruguay fue representado en una feria internacional de ciencia y tecnología

realizada en Los Ángeles (Estados Unidos) por dos equipos de jóvenes que

desarrollaron proyectos que pretenden contribuir a la mejora de las condiciones medioambientales y a la maximización de recursos para cuidar el planeta. Estos estudiantes, que integran dos de los 600 Clubes de Ciencia que posee nuestro país, lograron destacarse a nivel mundial, entre 1.500 propuestas presentadas por alumnos de todo el planeta.

Autoridades educativas, docentes y estudiantes se reunieron en el Museo de Historia Natural del Liceo N° 35 “Alfredo Vázquez Acevedo”, para celebrar que dos clubes de ciencia concursaron recientemente con sus proyectos en la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería de Intel Isef, que se realizó en mayo de este año, en Los Ángeles, Estados Unidos.

El encuentro contó con la presencia de integrantes del Taller de Música del Liceo N° 4 “Juan Zorrilla de San Martín”, que interpretaron una canción de Eduardo Mateo y otra del grupo Tótem.

La feria internacional de este año reunió a 1.500 personas, quienes concursaron en 17 categorías diferentes. Uruguay estuvo representado por los clubes de ciencia “Bénticos” y “Smart”, del Liceo N° 17 de Montevideo y del Liceo N° 2 de Carmelo, departamento de Colonia, respectivamente.

Ambos equipos superaron exitosamente las instancias previas donde los clubes de ciencia compiten, tanto en lo nacional como en lo departamental. Al ser premiados en ambas, fueron seleccionados para representar al país en la feria internacional.

DE LA ESCUELA AL LICEO

El Proyecto del grupo “Bénticos”, integrado por Melissa Cristóbal y Claudio Lacuesta, con la orientación de la Maestra Patricia Píriz, se llama “Eficiencia de tres macrófitos en la remediación de las aguas del Arroyo Miguelete”.

Esta investigación, que comenzó en el año 2010 cuando los alumnos cursaban sexto año en la Escuela N° 85 de Montevideo, fue continuada con la supervisión de la maestra, a pedido de Melissa y Claudio que le solicitaron a la docente continuar con el estudio en esta materia.

“Comenzamos a estudiar si había vida en el Arroyo Miguelete, luego la calidad del agua en las variaciones de un año y, el año pasado, detectamos que la calidad del agua iba desmejorando. A raíz de este descubrimiento, comenzamos a investigar que la calidad del agua podía mejorar con la introducción de algunos tipos de plantas acuáticas nativas”, explicó Melissa.

De este modo, se realizaron experimentos en el laboratorio de la Escuela y llegaron a la conclusión de que las plantas más indicadas para mejorar la calidad del Arroyo eran la totora, el camalote y el repollo.

Por su parte, la maestra valoró que “los clubes de ciencia son una forma de hacer ciencia enseñando ciencia. Nunca nos había pasado que al egresar de sexto nos pidieran continuar con la investigación fuera de hora. El Liceo N° 17 y la Escuela nos han apoyado mucho. Ha sido una experiencia muy enriquecedora y, para mí como maestra, ha representado un gran desafío. Acompañarlos en su crecimiento científico y personal ha sido maravilloso”.

COMPOSTAJE DOMÉSTICO

Por su parte, el Club de Ciencia “Smart”, integrado por los estudiantes del Liceo N° 2 de Carmelo, Camila Muñiz, Juan Ignacio Parentelli y Enzo Quintana, participaron en la feria internacional con su proyecto “Compostaje: una propuesta de aplicación biotecnológica”. La docente que los orientó y acompañó en su investigación fue la profesora de Biología Marbis Neme.

Enzo Quintana opinó que “la experiencia fue grandiosa. Aprendimos mucho y conocimos a muchas personas de diferentes países del mundo con las que intercambiamos muchas ideas. Nuestro proyecto consistió en innovar en un producto tecnológico para elaborar lo que sería el compostaje a nivel doméstico”.

En esta oportunidad, el equipo fue reconocido por la Agencia Medioambiental de los Estados Unidos por haber colaborado con el cuidado del ambiente, desarrollando un compostador transportable para utilizar en el ambiente doméstico, con el propósito de reciclar materia orgánica.

La orientadora del equipo, Marbis Neme, afirmó que “la participación en los clubes de ciencia significa una gran oportunidad para los chicos, ya que son espacios de comunicación, de construcción de conocimiento, de participación y para compartir con otros compañeros. El haber tenido la oportunidad de concursar además de a nivel departamental y nacional, a nivel internacional, fue una experiencia pedagógica muy valiosa, porque podemos ver cómo se hace ciencia en otras partes del mundo. En estas condiciones se puede hablar de alfabetización científica y de inclusión social”.

FORMACIÓN INTEGRAL

El Presidente del Consejo Directivo Central (CODICEN) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Profesor Wilson Netto, señaló que estas instancias son fundamentales para formar jóvenes, respetando las potencialidades que pueden surgir de todos los seres humanos.

“El comprender un lenguaje nuevo o un lenguaje más, nos libera. Quienes aún hoy no hemos tenido la oportunidad o no nos hemos encaminado a aprender nuevos lenguajes, para mí son como muros que nos ponemos a cada uno y que no nos permite comprender con naturalidad el mundo que nos rodea. La construcción de lenguaje es un desafío enorme. Este tipo de trabajos contribuye fuertemente en este sentido”, reflexionó.

Con referencia a los grupos que participaron en esta feria dijo que las dos propuestas presentadas en la feria nos hablan de “la apertura respecto de la integralidad de la educación en todas sus modalidades, la modalidad general y la tecnológica”.

Netto instó a acompañar el proceso que se realiza desde los clubes de ciencia y desde los centros educativos, “esa posibilidad de comunicarnos y sentirnos uno. Esa oportunidad de sentir que cada uno puede aportar desde su lugar, contribuyendo a una formación más integral”.

Por su parte, la Directora General del Consejo de Educación Secundaria (CES), Inspectora Celsa Puente, expresó su emoción por la participación de estos jóvenes en una feria internacional y afirmó que “todos tenemos algunas llaves que hay que poner en juego para abrir nuestras vidas en ocasiones, para que se abran puertas que nos permitan ver más allá y que todas las situaciones que habitamos es posible que mañana sean otras. Hay que seguir trabajando juntos”.

El Director de Cultura Científica del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Gustavo Riestra, señaló que “quienes tuvimos oportunidad de verlo, todavía no lo podemos creer, porque tan solo en una semana el crecimiento que cada uno de ellos tuvo es impactante. Creo que más allá de lo que ellos dicen, la verdadera riqueza está en el proceso. El proceso que hicieron ustedes en ese crecimiento de madurez personal y grupal, trabajando en equipo y apoyándose unos a otros. Esto es una muestra de lo que tiene Uruguay. Hay más de 600 clubes de ciencia en Uruguay y este año les tocó a ellos representarnos”.