El lunes 22 de diciembre, después de un largo proceso que se inicia en el 2010 en el Comité Técnico Consultivo,  donde  participan  empresarios, academia y sociedad civil, sentando las grandes líneas de un proyecto largamente discutido en el Parlamento, donde son escuchadas  infinidad de opiniones provenientes de los más diversos ámbitos, se aprobó definitivamente en la Cámara de Diputados la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Una ley que ha contado desde el primer momento con el respaldo decidido de las organizaciones de la sociedad civil, la academia y reconocidas voces del ámbito internacional, como los relatores de Libertad de Expresión de la OEA y la ONU, además de organizaciones como Artículo 19, Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) y Reporteros sin Fronteras.

No podemos más que congratularnos  con la aprobación de una ley que garantiza la libertad de expresión, no sólo de los medios de comunicación sino de sus trabajadores y periodistas, y de los ciudadanos todos.

La ley establece mecanismos transparentes y con participación ciudadana para la asignación de canales de cable y frecuencias de radio y televisión, así como límites a la concentración de medios en pocas manos.

Promueve la producción nacional y el trabajo de actores, músicos y trabajadores de la cultura.

Defiende los derechos de niños, niñas y adolescentes, estableciendo un horario de protección durante el cual no se podrán exhibir escenas de violencia extrema o pornografía.

Promueve la introducción paulatina de la lengua de señas y audio descripción, garantizando así el derecho de las personas que no pueden oír, ver, o tienen disminuidos esos sentidos.

Establece la Defensoría del Público, que será ejercida por la Institución Nacional de Derechos Humanos.

Sabemos que la ley contiene algunos aspectos a mejorar, y por ello la Coalición continuará haciendo aportes durante su implementación en la dirección de cumplir con los estándares internacionales en la materia, así como lo hizo desde 2010 para esta etapa que culminó ayer.

Por esos motivos y muchos más, festejamos  la aprobación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, y seguiremos bregando por  más democratización de la comunicaciones y más libertad de expresión.