Sociedad Uruguaya

Javier Hurtado: “Queremos romper con el formato transversal”

Este Plan comenzó a funcionar en 2008, cumpliendo este año sus primeros cinco años de existencia. Se trata de un proyecto que surge en el contexto de la discusión sobre la organización y estructura del trabajo médico, en este caso, en lo que refiere a la Medicina Intensiva.

Hasta el momento, en Uruguay el trabajo de esta especialidad se organizaba un 15% de forma  longitudinal diaria y  un 85% de forma transversal, mediante guardias semanales. A partir de esta situación, se vio la oportunidad de implementar un sistema de trabajo que priorizara la coordinación, generando Cargos de Alta Dedicación. Y de esta forma la presencia diaria en el CTI del Hospital Español llega al 46% del total de las horas médicas, sin aumentar los costos de salarios médicos.

Actualmente, esta Unidad cuenta con 19 camas, y en breve alcanzará las 23. Allí se desempeñan 6 médicos en modalidad de Cargo de Alta Dedicación, con una carga horaria de 48 horas semanales; 12 médicos de guardia, con 24 horas semanales; y 15 médicos suplentes. Y se atienden en el entorno de 70 pacientes por mes, habiéndose atendido, desde el comiendo del Programa, unas 4000 personas.

Concentración del trabajo

Los objetivos del proyecto, desde sus inicios, están vinculados a generar, a través de un cambio en el modelo de trabajo, una mayor calidad asistencial, mejores condiciones de trabajos para los médicos y de atención para los pacientes; además de optimizar el funcionamiento de las instituciones, utilizando mejor sus recursos.

La idea es que se cuente con un mayor número de médicos de forma longitudinal, más dedicados a la institución y con mayor presencia a lo largo del día. Lo que para el Dr. Javier Hurtado, director del CTI, significa «romper con un formato fragmentario, de guardia, transversal, que no asegura la continuidad asistencial, que está ligado al multiempleo y resulta perjudicial para los médicos y el sistema asistencial».

El Dr. Álvaro Giordano, médico intensivista de la Unidad, explica que se estima que en promedio los médicos intensivistas están vinculado a tres trabajos diferentes. Y aclara que si bien no se pretende la exclusividad, con este modelo de trabajo sí se busca generar  concentración. «Hay profesionales que llegaban a ser titulares en cuatro lugares, pero obviamente no podían asumir eso y así es como iban dejando horas ocupadas por suplencia, generando incertidumbre laboral e inestabilidad».

«Aquí manejamos mucha información y cuantas más personas estén involucradas, y más fragmentado esté el sistema, éste se comporta como una deseconomía de escala: cuantos más somos, el resultado es más ineficiente porque esa información le tiene que llegar a más gente», explica Giordano.

Más allá de la asistencia

El cambio en la estructura de trabajo no está únicamente vinculado a lo asistencial. Los médicos bajo el modelo de Cargos de Alta Dedicación concurren al Hospital todos los días, en un horario más extenso, participan de la discusión clínica de los pacientes, tienen más participación en el manejo de éstos y se integran a otras actividades: temas de gestión; comités científicos, infectológicos, de seguridad del paciente; en programas de formación de nuevos recursos humanos; a la vez que participan de cursos de capacitación.

«Estamos en un momento en el que la Medicina Intensiva empieza a acusar falta de recursos humanos. Faltan médicos intensivistas y personal de enfermería», señala el director del CTI. En este sentido, los principales desafíos pasan por colaborar en la formación de recursos humanos; profundizar en la investigación, poder comunicar lo aprendido; generar publicaciones; colaborar en temas de bioética; trabajar en la eficiencia, es decir lograr buenos resultados con costos razonables; y manejar temas de salud en el trabajo, como es el caso del burnout en el área de medicina crítica. «En las áreas donde la mortalidad del paciente es muy alta, los índices de burnout también son muy altos», explicó el Dr. Giordano.

Buenos resultados

«Tenemos una veintena de indicadores que nos habilitan a decir que el trabajo funcionó muy bien», señala el Dr. Giordano. Uno de ellos, es la razón estandarizada de mortalidad: la mortalidad observada vinculada a la mortalidad esperada, de acuerdo a la gravedad de los pacientes. «Lo hicimos para todos los pacientes a lo largo de los cinco años y nos dio un guarismo muy bueno, equiparable a nivel internacional», agrega.

Hacia el futuro

«Como en todo plan piloto hay un momento en el que se debe pasar raya y ver si funciona o no. Queríamos tener una evaluación y rendir cuentas, por decirlo de alguna manera», considera el Dr. Hurtado en relación a lo que los motivó a presentarse a los Premios Nacionales de Medicina, que otorga la Academia Nacional de Medicina. «Creo que éste es un punto de inflexión para dejar de ser un plan piloto», agregó el especialista.

Fuente: Sindicato Médico del Uruguay. www.smu.org.uy

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