Sociedad Uruguaya

Bajo el legado de Jaime Trobo: Diputado Juan Rodríguez denuncia situación de DDHH en Cuba

Juan Rodríguez

por Marcelo Márquez. El diputado Jaime Trobo (Partido Nacional) se caracterizó por muchas facetas en su desempeño parlamentario, y una de ellas fue la defensa de la libertad, los derechos humanos a nivel internacional, y en particular, en Cuba.

Desde el 24 de junio de 2019 ya no está físicamente entre nosotros pero su legado y su bandera es levantada por quien hoy ejerce una banca por la Lista 71, y quien fue un estrecho colaborador –y amigo- durante su trayectoria: el diputado Juan Martín Rodríguez.

En la sesión de este martes 5, durante la media hora previa, el diputado Rodríguez denunció la situación de derechos humanos en el régimen cubano y en particular por la injusta detención y privación de libertad por varias horas del Economista, Politólogo, Profesor universitario , y activista social, Enix Bérrio Sardá.

Los conceptos de Rodríguez fueron los siguientes:

“Desde el pasado viernes 1º de mayo, y durante más de 48hs, el Economista, Politólogo y Profesor universitario Enix Bérrio Sardá, activista social de 55 años, Director General del Centro de Estudios Políticos y de Alternativas para la Transición Democrática de Cuba, Presidente de la Mesa de Unidad y de Acción Democrática y miembro del equipo del Observatorio Cubano de Derechos Humanos en la isla, permaneció detenido, transcurriendo casi 30 horas para que el Gobierno cubano admitiera su detención e informara de su paradero, una costumbre que se ha hecho frecuente en la política cubana: no dar información sobre el paradero de los arrestados por motivos políticos.

Enix Bérrio fue arrestado dos días después de haber presentado ante la Asamblea Nacional del Poder Popular una solicitud para que dicho órgano declare inconstitucional los artículos 68 literal i) y 76 del Decreto-Ley 370 de 2018; dicha norma, conocida popularmente como <<Ley Azote>>, es utilizada actualmente por el régimen cubano para imponer grandes multas a los ciudadanos que usen las redes sociales para manifestar criterios contrarios a los oficiales.

En tal sentido, en la solicitud presentada a la Asamblea Nacional se expresaba:

“Estamos claramente ante una forma encubierta e ilegal de extender el alcance punitivo y la censura política y cultural -bajo la apariencia de normas administrativas-, contra actuaciones que no van contra los bienes jurídicos más importantes (…) Queremos llamar la atención de que en estos momentos las autoridades están usando el citado artículo para sancionar con multas significativas a ciudadanos por sus publicaciones en redes sociales abiertas, como Facebook y Twitter, o por enviar artículos y noticias a medios de comunicación independientes de los oficiales”.

Periodistas, activistas de derechos humanos, opositores y otros miembros de la sociedad civil en Cuba, han recibido multas de hasta 3,000 pesos.

También han recibido amenazas de encarcelamiento por publicar -en las redes sociales y en medios no estatales-, información sobre la realidad que viven los cubanos en medio de la pandemia de coronavirus, transformándose el Decreto-Ley 370, en el instrumento legal bajo el que el régimen sostiene este acoso.

Al momento de su liberación, en la tarde del pasado domingo 3 de mayo, el Economista Berrio expreso a Radio Martí: “El documento que se presentó ante la Asamblea Nacional, tiene el objetivo de tramitar ante ella, un recurso de inconstitucionalidad a los artículos del Decreto-Ley 370 relativo a la informatización; los referidos artículos son un instrumento jurídico que lesionan la libertad de expresión, permiten al régimen fiscalizar, entrometerse, y criminalizar a toda aquella persona que utilice las redes sociales o las tecnologías de la comunicación en algo que no les guste; pero mi detención fue mucho más allá: fueron 5 interrogatorios con diferentes agentes, que abarcaron DD.HH., toda mi actividad intelectual, mi sobrino Luis Manuel López Alcántara;… y me sueltan sin una multa, nada que tuviera que ver con el cometido político de la detención, siendo advertido sobre mis conductas inadecuadas en tiempos de pandemia”.

A Enix lo conocimos, a comienzos del año 2017, en un coloquio celebrado en nuestro país: “Sociedad Civil y Democracia, los retos de Cuba y las experiencias latinoamericanas”, organizado conjuntamente por el Instituto Manuel Oribe y el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, donde nos contó de su largo trajinar en el activismo social y académico.

Al término de su participación, el Economista Berrio expresó: “Uno de los factores del por qué estamos aquí, es para que nos conozcan, para que sepan que existimos; nosotros regresaremos a Cuba, pero OJO, el haber estado aquí, también puede tener sus consecuencias, las enfrentaremos porque nuestro deber era compartir con ustedes nuestra realidad”.

La arbitraria detención sufrida por Enix Berrio Sardá el pasado viernes 1º de mayo, su aislamiento e incomunicación durante más de 24hs., y su liberación luego de más de 50hs. de prisión indebida, constituye un nuevo atropello a los Derechos Humanos cometido por el régimen cubano, para con aquellos que no comulgan con sus ideas, para con el Pueblo cubano y para con la sociedad internacional toda.

El caso fue denunciado ante la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ante la Relatoría Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión, y ante la Relatoría Especial sobre Situación de Defensores de Derechos Humanos, ambas de Naciones Unidades».

Por su parte, en su cuenta de facebook, el Soc. Haroldo Dilla, escribió: “Hay varias maneras de ser cómplices de una dictadura: elogiarla y servirle o simplemente consentirla. Estos últimos son cómplices pasivos donde se ubica una alta proporción de izquierdistas, que prefieren mirar para un lado. Ahora llega el caso de Enix Berrio Sardá, un activista social, pacifista, intelectual probado y vocero de la Mesa de Unidad y de Acción Democrática, quien simplemente llevó una carta de denuncia de violaciones a los derechos humanos en Cuba a la Asamblea Nacional (el cuasi-parlamento insular) y sencillamente lo han desaparecido (…) lo tienen secuestrado. Pregunto a mis amigos de la izquierda: ¿pueden seguir mirando para el lado y decir sin sonrojos que quieren un mundo mejor?”.

En Uruguay, Sr. Presidente, nos hacemos la misma pregunta.

Solicito que mis palabras sean remitidas a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, a la Comisión Interamericana de DD.HH., a la Corte Interamericana de DD.HH., al Observatorio Cubano de DD.HH. (con sede en Madrid), a la Secretaria de DD.HH. de la Presidencia de la República, al M.RR.EE., al M.E.C., a la Universidad de la República, a las Comisiones de Asuntos Internacionales de la Cámara de Senadores y de la Cámara de Representantes, y a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes.

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