A lo largo de la historia, las morgues, esa dependencia hospitalaria o lugar habilitado para depositar los cadáveres hasta su destino posterior han ido mejorando en sus infraestructuras en el mundo y también en Uruguay.
Sin embargo, todavía quedan muchas situaciones por corregir.
El tema fue analizado en el Parlamento el pasado martes 20 de mayo, en la Comisión de Constitución y Legislación del Senado en donde se analizó un proyecto de ley sobre la creación del Instituto de Medicina Legal y Forense con la participación del Presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), John Pérez Brignani y Adriana Berezán, directora general de los Servicios Administrativos del Poder Judicial.
PÉREZ. En cuanto al proyecto del Instituto Técnico Forense se pueden efectuar similares consideraciones respecto al artículo 6, ya que lo invertido en este instituto ha sido un total de 4:418.584. La otra cuestión importante es el que el ITF, no son solo los médicos forenses, sino también psicólogos y asistentes, entre otros, que prestan una importante labor pericial para los magistrados, de lo cual debería dejarse constancia en el proyecto, además de que seguirán prestando el mismo servicio en las mismas condiciones. Con el permiso del presidente, me gustaría cederle la palabra a la directora general para que expusiera sobre el tema de las morgues.
PRESIDENTE. Adelante doctora Berezán.
BEREZÁN.- Buenas tardes. Es un gusto saludarlos. Yo soy Adriana Berezán, directora general de los Servicios Administrativos del Poder Judicial y el doctor me dio la palabra para hablar de las morgues, entonces vamos a empezar por el último proyecto que es el referido a los médicos forenses.
El proyecto establece la creación de un instituto de medicina legal y forense como servicio descentralizado y se refiere exclusivamente a los médicos forenses.
En el Poder Judicial tenemos un equipo técnico de médicos forenses que cumplen diferentes funciones, algunos hacen la tarea específica de la medicina pericial en una autopsia o en un reconocimiento de vivo, y eso es de lo que creo yo que está tratando este proyecto. Es un equipo integrado por unos 62 o 63 médicos forenses ‒digo el número en forma dubitativa, porque en muchos lugares hay médicos suplentes de manera constante‒ y auxiliares de morgue. Estos médicos forenses trabajan en directa relación con la Fiscalía General de la Nación, que es quien hoy, como consecuencia de la nueva estructura procesal penal, le pide al forense la pericia, ya sea un simple reconocimiento del cuerpo ‒si alcanza para determinar la causal de la muerte‒ o una autopsia. A su vez, esto tiene dos o tres patas.
Estas autopsias se hacen en determinados lugares.
En Montevideo se hacen en el Centro de Servicios Periciales, que es la gran morgue judicial que hay en el país y que está en la calle Carlos Gardel, donde funciona el departamento de Medicina Forense, además del laboratorio de sustancias y toxicología, que es la otra pata de la medicina forense.
En el interior, los médicos forenses hacen las autopsias ‒como dijo el doctor Pérez‒ en las morgues.
Esas morgues no son propiedad del Poder Judicial, algunas se encuentran en los cementerios locales ‒se han hecho convenios con las intendencias para hacer las morgues ahí o mejorarlas‒ y otras están en los hospitales, previo convenio con los directos o un convenio marco con ASSE.
Hoy hay dos ciudades capitales como Mercedes y Salto que no tienen morgue.
La de Mercedes, en aquellas tormentas fatales de marzo-abril 2024, fue deshecha ‒literalmente‒ por un árbol y hemos buscado una alternativa.
Hoy todas las situaciones que requieren autopsia se trasladan a Dolores, y todavía estamos viendo cómo vamos a construir, con la anuencia y la colaboración de la intendencia, la morgue de Dolores. Si no hay ningún representante de Salto acá, invitaría a alguien a que le dijera al diputado o al senador proveniente de Salto que vaya a la morgue de Salto.
La morgue de Salto está en el cementerio. Y si hay que premiar a alguien, es a los médicos forenses de Salto por hacer las autopsias en esas condiciones.
No hemos podido avanzar con la reforma de esa morgue porque necesitamos aval de la Intendencia y de UTE.
Por ejemplo, necesitamos mejor carga eléctrica para poder instalar heladeras para cuerpos, ya que la morgue de Salto no tiene y si no tenemos mejor corriente, no podremos instalarla y ni qué hablar de aire acondicionado y otras cosas que no quiero que consten en la versión taquigráfica porque son muy desagradables.
Hay morgues que están muy bien, como la de Maldonado –ya que se hizo mucha obra–, y la de Paysandú, que está en el hospital. Pero ese paquete va de la mano de los médicos forenses. Los médicos forenses no se van sin las morgues porque es el espacio físico donde cumplen la función natural, que es lo que interpreto es la intención de este anteproyecto de ley. Asimismo, tenemos otros médicos forenses, que quizás en la norma están mal identificados. Se trata de médicos clínicos, que son los que actúan directamente con los jueces en todo lo que refiere a familia especializada o a violencia basada en género. Son estos médicos los que intervienen a pedido del magistrado para relevar una lesión o alguna otra condición física o emocional de urgencia. Como dice la ley se tienen que tomar decisiones con informes periciales previos. Esos son otros médicos que también se identifican como forenses.