En estos días, a raíz del descubrimiento en Argentina de un lote de fentanilo de uso clínico contaminado y que habría derivado en un brote de neumonía en 18 pacientes vulnerables internados en terapia intensiva, 9 de los cuales fallecieron, esta droga mereció un mayor tratamiento en el debate ciudadano.
Pero es una droga a la cual las autoridades de todos los países de América le están prestando mayor atención si se tiene en cuenta que el crimen organizado y el narcotráfico lo fabrican, trafican y comercializan ilegalmente y lo vende como droga callejera, causando verdaderos estragos.
Semanas atrás, con fecha 8 de abril, el senador Luis Alberto Heber presentó un proyecto de ley que establece:
Agrégase al Decreto Ley Nº 14.294, de 31 de octubre de 1974, el siguiente artículo: “Artículo 35-TER-. El que, sin autorización legal, importare, exportare, introdujere en tránsito, produzca, elabore, comercialice, distribuyere, transportare, tuviere en su poder, fuere depositario, almacenare, poseyere, o a título oneroso o gratuito, suministrare, aplicare o entregare, o promoviere, indujere o facilitare su consumo, u ofreciere en venta o negociare de cualquier modo alguno, Fentanilo, será castigado con pena de ocho a quince años de penitenciaría”.
En su exposición de motivos, Heber, ex ministro del Interior, expresa que “el presente proyecto de ley se orienta a incorporar un nuevo artículo al Decreto Ley Nº 14.294 (Ley de estupefacientes) a fin de disuadir, prevenir y reprimir la comercialización y el tráfico, ilegal de Fentanilo”.
El Fentanilo es un potente fármaco opiáceo sintético, hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina, que en forma ilegal ha pasado a ser una peligrosa droga que causa graves perjuicios para la salud.
Agrega que “el crimen organizado y el narcotráfico lo fabrican, trafican y comercializan ilegalmente y lo vende como droga callejera”.
“A menudo, también se lo mezcla con otras drogas callejeras como cocaína, heroína, metanfetaminas, xilazina y otras, para aumentar sus efectos, y hacer que la droga sea más adictiva o reducir el costo. Incluso en dosis muy pequeñas, el Fentanilo puede ser mortal. Ilegalmente se lo consume de diversas maneras (esnifada/inhalada, fumada; por vía oral en pastilla o tabletas, etc.). Y al igual que otros analgésicos opioides, el Fentanilo produce efectos como: relajación, euforia, alivio del dolor, sedación, confusión, somnolencia, mareos, náuseas y vómitos, retención urinaria, constricción pupilar y depresión respiratoria”, sostiene en la exposición de motivos el legislador nacionalista.
Asimismo, “la sobredosis puede causar estupor, cambios en el tamaño de las pupilas, piel húmeda, cianosis, coma e insuficiencia respiratoria que pueden provocar la muerte. La presencia de una tríada de síntomas como coma, pupilas puntiformes y depresión respiratoria sugiere fuertemente una intoxicación por opioides”.
“El Fentanilo fabricado ilegalmente está disponible en forma líquida y en polvo. Puede convertirse en pastillas, usarse como un aerosol nasal o gotas para los ojos, inyectarse o insertarse en papel o caramelos. A veces, las personas consumidoras o adictas a las drogas, no saben que las drogas callejeras que consumen contienen Fentanilo. Creen, por lo que les dicen, que es por ejemplo, oxicodona, cuando en realidad es Fentanilo”, indicó.
Heber considera que “es posible que estas personas sufran una sobredosis porque desconocen lo fuerte que es esta droga. El Fentanilo es altamente adictivo. Si alguien trata de dejar de usarlo, a menudo desarrolla síntomas de abstinencia, como sensación de pánico, insomnio, escalofríos y sudores fuertes, dolor muscular, calambres estomacales, náuseas, vómitos y diarrea”.
Crisis de salud pública
Según el legislador blanco “las muertes por sobredosis de opioides sintéticos como el Fentanilo se están transformando muy rápidamente en una crisis de salud pública en los EE. UU. y en muchos otros países”.
Por otra parte, “la nueva tendencia de mezclar xilazina con Fentanilo ha empeorado aún más esta crisis. Se trata pues de una amenaza presente y emergente, en gran expansión a nivel mundial, por lo que correspondería tomar medidas legales penales para combatir este fenómeno de nuevo mercado de drogas ilegales por parte del crimen organizado y el narcotráfico”.
Fuente Imagen: DEA GOV.