Los judíos en todo el mundo celebran a partir de este miércoles 12 de setiembre de 2007 y durante dos días el «Rosh Hashaná», el comienzo del año nuevo 5768.

Laicos, tradicionalistas y ortodoxos se reunirán en familia para conmemorar lo que la tradición judía considera el aniversario de la creación del mundo y el inicio de un período de expiación, que culminará con el «Yom Kipur» o Día del Perdón.
Según dicta el Levítico (23:23-25), dos días antes de comenzar el mes hebreo de «tishrei» se celebra el «Rosh Hashaná», una tradición que data de unos 2.500 años antes de la era cristiana, cuando la fecha era anunciada desde Jerusalén a todas las comunidades por medio de hogueras.
En estos días es costumbre escuchar el saludo y la felicitación de «shaná tová», acompañado del ajetreo de los preparativos de la gran cena de la «Nochevieja» judía, la compra de regalos y los sencillos adornos de manzanas rojas en las tiendas.
La celebración de esta festividad se ve marcada por dos costumbres: la comida de manzanas embebidas en miel, para que el próximo año «sea dulce», y la asistencia a fuentes de agua como mares, ríos o manantiales, para «deshacerse de los pecados e inmoralidades» del año que acaba de terminar.
En la cena ritual de esta noche dice la tradición que se debe degustar dátiles, calabazas, garbanzos y puerro, símbolos de buenos augurios y fertilidad.
Tampoco se privarán de pescado relleno o guisado, según sean judíos de origen europeo u occidental.

Para los judíos israelíes seculares esta fiesta es un momento propicio para viajes y vacaciones, pues en esta época se inicia un período festivo que concluirá a finales de mes con «Sucot» o «Fiesta de los Tabernáculos».
Para los ortodoxos en tanto, comienza un período de rezos y largas horas en la sinagoga, y de un tiempo de reflexión, introspección y expiación de los pecados del año anterior, hayan sido cometidos de forma intencionada o por descuido.
Se trata de un período de diez días que culminará el próximo 22 con el día más sagrado del calendario, el «Yom Kipur», cuando Dios decide los que serán inscritos en el «libro de la vida».
Mas de 14 millones de judíos celebrarán la festividad en todo el mundo.