Los trabajadores de la represa hidroeléctica de Salto Grande denuncian que los representantes de la Comisión Técnico Mixta ocultan datos sobre los efectos y consecuencias sobre los funcionarios que trae aparejado los trabajos cercanos a los campos electromagnéticos que generan las turbinas de la represa.

El sindicato ha denunciado la existencia de un cable de alta tensión que pasa por encima de una cabina de control de mando, «algo que no está permitido por las normas internacionales en esta materia», y que derivó oportunamente en el traslado de varios funcionarios que revestían en esa área.

Un estudio realizado tiempo atrás arrojaba datos que de un porcentaje importante de los operarios de la represa de Salto Grande que se desempeñaban en la zona de control muchos padecieron distintos tipos de cáncer.

El dirigente de la Asociación de Trabajadores de Uruguay de la represa de Salto Grande Luis Pérez Tobler, aseguró que «nadie ha buscado las causas» para encontrar soluciones a los problemas de salud laborales.

El funcionario agregó que la oficina de control de mando «es el único edificio de la central que está debajo de una línea de 500 kilovatios, entonces sospechamos que esa debe ser la primera causa de enfermedades laborales».