El designado embajador uruguayo ante el Líbano, doctor Jorge Luis Jure
Arnoletti informó en el Parlamento que uno de los aspectos de su gestión
estará destinado a incrementar aún más la balanza favorable de nuestro país
que se encuentra en el orden de los U$S 6 millones, expresando que hay
posibilidades de aumentar la exportación en los rubros de “ganado bovino
lechero, reproductor, ganado ovino en pie para el consumo de su carne,
pescado y lácteos”, así como “aumentar la compra de madera y de piedras
semipreciosas”.
Jure, nieto de libaneses, también apuntará al acercamiento de la
colectividad que se encuentra radicada en Uruguay, “unas 60.000 personas con
algún parentesco o consanguinidad en segundo grado con libaneses” y
promoverá viajes para conocer “el país de sus antepasados”.
También se tendrá en cuenta “la caracterización que aún hoy se hace de ese
país como una gran puerta de entrada desde Occidente al Medio Oriente y, a
su vez, a Europa y a Occidente para los países árabes”.
Al participar en la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado, Jure reveló que

“a pesar de que el Líbano sigue en un colapso comercial y de consumo y en una crisis

de crecimiento -no hay crecimiento desde hace tres años-, mantiene el récord en sus

reservas bancarias.

Según datos sacados de estadísticas francesas, hay U$S 12.600:000.000 en La Banque

du Liban -que es el Banco de la República Libanesa- y U$S 76.200:000.000 en la banca
privada”.
Por tanto, “el hecho de que el Líbano sea un centro comercial y financiero,
es un segundo vector o camino de interés para el Uruguay, además de esas
relaciones entre la colectividad libanesa en nuestro país y sus familiares
en el Líbano”.
La situación del Líbano “es de estancamiento económico, con un déficit
estructural de su balanza comercial. El Líbano no tiene petróleo ni fuentes
alternativas de energía. Casi el 30% de sus compras son de petróleo. Es un
importador neto de muchos rubros, así como también de productos agrícolas,
aunque es un buen productor agrícola para el consumo interno”.
“Nosotros exportamos hacia allí cerca de U$S 6:000.000 mientras que
importamos menos de U$S 100.000 del Líbano. La balanza comercial es
dificultosa, sobre todo en vista de la inestabilidad política”, expresó
Jure.

Colectividades

Según Jure “en la medida en que la colectividad libanesa está relativamente
unificada, porque no es tan antigua y hay muchos clubes libaneses,
descendientes de libaneses en Montevideo y en Soriano, Flores, Salto y
Rivera, creemos que estas personas deben estar deseosas de visitar el país
de sus antepasados, por lo que pueden ser -y así lo hemos planteado en el
Ministerio de Turismo- un excelente vehículo de difusión del Uruguay para
atraer y traer consigo a esos familiares que están en el Líbano y que desean
conocer la tierra de algunos de sus primos o tíos que vinieron a nuestro
país”.
En ese sentido, “a nivel de la colectividad uruguaya de origen libanés,
estamos conversando para que se organicen uno o varios viajes al Líbano, los
que estarían acompañados de la tarea de promover el Uruguay y de convocar e
invitar a los parientes que están allá a conocer nuestro país”.

Reconstrucción

Por otra parte, reveló Jure, “a nivel de la cooperación técnica, Uruguay ha
ofrecido a la FAO los conocimientos de sus técnicos en agronomía y en
veterinaria, para poder colaborar en la reconstrucción del Líbano”.

De primera mano

La presencia de un embajador uruguayo en la República Libanesa permitirá
conocer de primera mano la situación de Medio Oriente.
“Pese a que resulte obvio decirlo, quiero señalar que el Líbano, para bien o
para mal -seguramente para mal de muchos de los libaneses que lo sufren-,
desde hace muchos años es el epicentro de los conflictos en Medio Oriente”,
dijo Jure.
Entonces, agregó el designado embajador, “para el mundo el Líbano es un
centro de atención y de información invalorable cuando se tiene que evaluar
la situación del Medio Oriente. Es de gran importancia para nuestra
Cancillería recibir la información”. proveniente de la representación
diplomática uruguaya en el Líbano por todo lo que ello significa en cuanto a
la evaluación del conflicto en Medio Oriente y, por tanto, también la toma
de posición frente a él, tanto para las relaciones bilaterales como para los
vínculos a nivel de los organismos internacionales, principalmente de las
Naciones Unidas.