A continuación compartimos la opinión de Ricardo Carrere,
integrante del Grupo Guayubira respecto a los recientes cambios en la órbita
del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP.
«No se trata de quién está o no a cargo de un ministerio o de una dirección forestal.
El problema es más de fondo, y es la política que va a impulsar el país en esta
materia.

Hasta el momento, desde la Dirección Forestal se observaron cambios muy menores
-aunque no se puede negar que hay cosas de importancia, como la eliminación de
los subsidios y la exoneración de impuestos a las empresas-. Pero más allá del
discurso no hubo un cambio sustancial en la política. O sea, mientras el
discurso desde la
Dirección Forestal -no importa que sea Berterreche o Juan
Pérez- fue en una dirección, la
realidad ha ido en otra.

Desde la Dirección
Forestal se dio la impresión de que se estaban revaluando los
suelos de prioridad forestal para limitar el uso de esa actividad. En los
hechos sólo se empeoró. Se eliminaron algunos y se incorporaron otros, lo que
redundó en un aumento de 500 mil hectáreas destinadas a la actividad.

En el discurso del Ministerio de Economía, pero que también pasa por la Dirección Forestal,
se dice que el Estado va a limitar el acceso a la tierra por parte de las
sociedades anónimas. Eso no ha ocurrido nunca. Las grandes empresas, como Stora
Enso, ENCE, Botnia, empresas chilenas, siguen comprando tierras como sociedades
anónimas. El discurso no se condice con la realidad.

Se hizo un cambio en la legislación de evaluación de impacto ambiental, se dijo
que se iba a incluir a las plantaciones de árboles. En los hechos no ocurrió.
Si se presenta un proyecto para forestar en suelos declarados como prioridad
forestal, no requiere evaluación de impacto ambiental.

Vemos que la política actual responde de alguna manera a las críticas de la
sociedad civil. Hay una oposición creciente a los monocultivos y el Estado
responde con un discurso pero no con una realidad. Y eso no depende de una
persona, no depende de que

Berterreche esté o no a cargo. Mientras el Estado no escuche lo que dice la
gente (paren con la forestación, paren de vender tierras a sociedades anónimas,
que encima son extranjeras) es irrelevante que alguien esté en un puesto o en
otro.

Para nosotros Berterreche no es mejor ni peor que otros. Lo que hay que cambiar
es la política vigente (fe promoción a los cultivos de árboles, o por lo menos
impedir que se sigan apropiando tierras uruguayas para monocultivos.

El país tiene más de 1 millón de hectáreas plantadas, eso sobra para desarrollar
el modelo y varias plantas de celulosa. No hay razones para que se siga
plantando.

El ministerio, y Berterreche desde la dirección, es firme impulsor de implementar
políticas que privilegien el silvopastoreo ¿no se trabajó en ese sentido?

Pocos uruguayos podemos estar en contra del discurso de que el árbol conviva
con la vaca. Uruguay tiene Una larga tradición de plantar eucaliptos en el
campo y eso nunca generó mayor debate nacional. Pero, por un lado se dice la
vaca y el árbol, y en los hechos siguen avanzando los grandes monocultivos. No
le dicen que no puede comprar una sociedad anónima, no se le dice que sólo va a
poder plantar el 10 por ciento delpredio, porque tienen que convivir la vaca y el árbol. Es un discurso vacío de
contenido en la realidad.

En todo caso, la incorporación de Berterreche me genera más dudas aun, ya que
de alguna manera se lo está premiando. Se le está diciendo «lo que hiciste
en la Dirección
Forestal estuvo muy bien». No es que haya hecho las
cosas mal, es que en lo esencial no se cambió la política.

Artículo publicado en semanario Brecha, 15 de febrero de 2008.

Grupo Guayubira.
Maldonado 1858.
Montevideo 11200 – Uruguay.
tel: 413 2989 – fax: 410 0985.
http://www.guayubira.org.uy
e-mail: info@guayubira.org.uy