Vista la publicación en el diario El País de fecha lunes 7 de julio de 2008 de una nota titulada «Salesianos condicionan tareas del padre Mateo». (http://www.mides.gub.uy/noticias/elpais_070708.html), en la que se hace referencia a la carta que la Congregación de Salesianos de Don Bosco entregó en manos propias a la ministra el viernes 4 de julio.

Visto que la redacción dada a la nota periodística -supuestamente basada en la carta antes mencionada- es ambigua y parece querer decir que el padre Mateo sólo se haría responsable de algunos aspectos de la tarea propuesta por el Ministerio de Desarrollo Social.

Visto que la carta destinada y entregada en mano propia a la ministra de Desarrollo Social el viernes 4 no salió del escritorio de la jerarca y que esa carta fue el inicio de la reunión que mantuvieron por largo rato la ministra Arismendi y los padres Juan M. Algorta y Mateo Méndez, en la cual se acordaron los términos de la tarea del padre Mateo.

El Ministerio de Desarrollo Social aclara a la opinión pública:

La Congregación Salesiana dio su anuencia a la propuesta realizada por el Mides y subrayó el deseo del propio padre Mateo de asumir dicho tarea como un desafío.

Las condiciones técnicas de la tarea que desarrollará el padre Mateo, sus potestades, la integración de su equipo, y otros detalles que hacen al proyecto educativo que se llevará adelante están clarificadas entre los protagonistas y se encuentran en etapa de ajuste formal.

El hogar SER (máxima seguridad) será cerrado en breve, tal como la anunció públicamente el titular del INAU, psicólogo Victor Giorgi.

La importancia del acuerdo logrado entre el Ministerio de Desarrollo Social y la Congregación Salesiana para que el padre Mateo asuma la responsabilidad del Instituto Nacional de Rehabilitación Juvenil y el beneplácito que dicho acuerdo ha generado entre todos los actores vinculados a la tarea de amparo, protección y promoción de los derechos de los jóvenes no deberían ser obviados por lecturas periodísticas parciales y ambiguas tanto de una carta personal como de una negociación que, como corresponde a temas de gran complejidad, es un proceso de elaboración conjunta y no un mero procedimiento formal.