La reforma tributaria no es antojadiza. Fue una propuesta programática que el mandato ciudadano expresado en la elección nacional de octubre 2004 transformó en compromiso del gobierno que asumió en marzo 2005. Compromiso de simplificar la estructura de impuestos, de racionalizar bases y alícuotas, de incorporar nuevos instrumentos sin aumentar la presión impositiva; en fin, compromiso de desarrollar una nueva cultura tributaria basada en la solidaridad vinculada a la capacidad contributiva. El nuevo sistema impositivo es el cumplimiento de dicho compromiso. En tal sentido la reforma tributaria, lejos de ser un acto fulminante, es un proceso que a partir de los postulados teóricos básicos que la identifican ha recorrido varias etapas: relevamiento y sistematización de antecedentes, formulación preliminar, consulta pública, elaboración del proyecto de ley, discusión del mismo en el Parlamento y reglamentación y difusión de la ley que comenzó a regir el 01 de julio de 2007.El año transcurrido desde entonces es otra etapa en ese recorrido. Y tal como anunciamos reiteradamente, el Gobierno Nacional analiza en estos días los resultados finales de los primeros doce meses para evaluar, decidir e instrumentar las correcciones necesarias y seguir adelante en esta transformación estructural y de largo plazo que es la reforma tributaria.Es una tarea del Consejo de Ministros en su conjunto pues, como también lo hemos expresado reiteradamente, las políticas de gobierno son –valga la redundancia- del gobierno y no de de tal o cual Ministerio o de tal o cual equipo ministerial. Es una tarea política, obviamente, pero que requiere un sólido sustento técnico que atraviesa distintas áreas y dimensiones del estado y de la sociedad. En la gestión del gobierno la tecnocracia, el voluntarismo y la falta de visión amplia y larga a la vez, son igualmente nocivos.Es una tarea que no debe dilatarse en el tiempo, pero que tampoco puede realizarse a las apuradas, empujada por la ansiedad o tironeada por aspiraciones o competencias que podrán ser legítimas o por lo menos comprensibles, pero que en esta circunstancia resultan sencillamente contaminantes para todos.Este Gobierno no ignora la realidad ni es insensible a la misma. En el contexto de la evaluación y ajuste de la reforma tributaria, y en referencia al Impuesto a la Renta de las Personas Físicas, se estudian modificaciones tales como el aumento del monto mínimo no imponible, la posibilidad de declarar por núcleo familiar e incremento de la deducción por hijos menores de 18 años e hijos discapacitados.Sería simpático pero irresponsable adelantar hoy los montos de tales modificaciones o la fecha en que las mismas comenzarán a regir. Pero se está trabajando con rigor técnico, enfoque dinámico de la responsabilidad fiscal económica, sensibilidad social y sentido de país para perfeccionar un sistema tributario que por ser tal y por sus características no puede satisfacer a todos (¿acaso existe algún sistema tributario perfecto y unánimemente aceptado?), pero que por primera vez en muchos años se basa en la solidaridad, apunta a la equidad y se integra a un proyecto nacional de desarrollo económico y social.

En pocos días y por los canales pertinentes el Gobierno Nacional hará sobre los anuncios que correspondan sobre esta temática.

Fuente: Presidencia de la República. http://www.presidencia.gub.uy