Sociedad Uruguaya

Florida: Multitudinaria Marcha hacia la Tierra de los Artigas

Comenzó el jueves 11 de setiembre de 2008 en la ciudad de Florida, la Marcha de la Tierra de los Artigas que culminará el sábado en las denominada Mangueras de Artigas en Casupá.
En la Plaza Asamblea con la presencia de autoridades departamentales, nacionales, delegaciones de centros educativos públicos y privados, tuvo lugar el acto protocolar del inicio de la 8ª. edición que cuenta con la participación de más de un centenar de jinetes de diferentes puntos del país.
A la lectura de mensajes y la tradicional entrega de chasques que acompañarán a los marcheros, hicieron uso de la palabra por los organizadores el Pablo Perdomo y en nombre de la Intendencia Municipal de Florida, el Secretario General Dr. Julio Matos.
El primero agradeció a los presentes y a los participantes de la Marcha por su presencia, alentando a continuar con esta práctica que rescata los valores que forman parte nuestra identidad.

Palabras del Sr. Secretario General Dr. Julio Matos
Una vez más, y en esta ocasión es la octava, se desarrolla esta marcha ecuestre que, partiendo de las costas del Santa Lucía Chico, en el Paso de la Arena, en horas de la mañana, culminará el próximo domingo en las Mangueras de los Artigas, sobre el arroyo Casupá.
Jinetes y caballos a través de cuatro jornadas enlazarán dos pedazos de suelo americano, oriental y floridense, anudando a través de los caminos dos lugares del departamento donde persisten, en estos primeros años del siglo XXI, la historia y la tradición, donde palpita el artiguismo. Y ello ocurre casi en vísperas del centenario de Casupá, y mientras transcurre lo que hemos denominado el año del bicentenario de nuestra ciudad.
Porque fue precisamente aquí, en este mismo lugar, donde hace 199 años 4 meses y 18 días, -un 24 de abril de 1809-, se fundaba nuestra por entonces villa de San Fernando de la Florida. Y el sábado, en su camino hacia las Mangueras, la Marcha llegará a Casupá, a 48 horas de su centenario, ya que los casupenses consideran que su pueblo nació cuando Nicomedes Santos Umpiérrez, su esposa y sus 13 hijos se afincaron en la zona, un 15 de setiembre de 1908.
Y así como este evento relaciona dos ámbitos de gravitante presencia artiguista en el Departamento, hagamos lo mismo con el punto de partida, -donde arrancó la Marcha-, y este lugar, esta plaza y su entorno, donde nos encontramos. Entre el Paso de la Arena y la joven villa, a una legua de distancia.
Corrían los primeros días del año 1813. El ejército oriental, que era el pueblo mismo en armas, retornaba desde el Ayuí a sitiar por segunda vez la plaza fuerte de Montevideo. Y se estableció en el Paso de la Arena, un lugar en que los amplios arenales permitían cruzar con relativa facilidad el Santa Lucía Chiquito, donde el monte proporcionaba leña y reparo, a corta distancia de un centro poblado, la villa de San Fernando de la Florida. Durante algunas semanas, a escasos kilómetros de aquí, aquel paraje cobijó además del campamento estrictamente militar, a las numerosas familias que acompañaban a la tropa, y aún a los indios que siempre constituyeron parte fundamental del contingente artiguista.
Se produjo así, naturalmente, un relacionamiento entre los vecinos de esta villa que no cumplía aún los 4 años, y quienes hicieron un alto en su regreso de lo que entonces se llamó “la redota”. Del mismo rescato un aspecto perfectamente documentado en los registros religiosos radicados a pocos metros de este lugar, y que tiene que ver con el bautismo de niños, hijos de ese pueblo en armas que acampaba en el Paso de la Arena. En su libro “De Florida. Páginas sueltas” nuestro coterráneo Fernando González, bajo el título de “A bautizar gurises” escribe:
“…La marcha había sido larga, siempre urgida, siempre mirando el ansiado sur como una estrella que escapaba…El alto y la tranquilidad es el momento para intentar un sacerdote, y lo hay a una legua, en la Villa de San Fernando de la Florida; hay que “acristianar” a los gurises gestados en el amor transitorio e incierto de la guerra y nacidos como para tomar aires de patria libre con su primer llanto…
Las madres se llegan al poblado, a pie o a caballo, con los relevos del piquete que vigila el Paso de los Dragones. Son espartanas mestizas algunas, criollas fornidas otras, negras de enorme sonrisa…semidesnudas, descalzas, muchas de ellas, pero amorosas en su común sentir de madres, de gurises y tiempos
El primer bautismo de los artiguistas que tomó-y asentó en los libros- el padre Francisco Rafael Oubiña (párroco de la Florida) es más que elocuente expresión del carácter y las ansias de aquella gente…Una beba mestiza anotada en el mismo enero en una página que eriza los espíritus al leerla: le pusieron por nombre Patricia Liberata.
Más de veinte gurises se bautizan en esos días. El cura cobrara a aquellos que podían pagar, o dejaba el prolijo asiento del no cobro cuando los padres y padrinos eran demasiado humildes.
Y no era para menos, varios gurisitos llegaron en los brazos abandonados y flacos de sus madres, hijos de noches anónimas impuestas por el miedo y la soledad o huérfanos de padres heroicos y anónimos caídos frente al enemigo vaya a saberse donde.
El buen Cura anotó entonces “hijo de la Patria”…”
Casi 200 años nos separan de aquellos días. Nuestro tiempo es complejo y contradictorio. Como siempre, pero paradójicamente como nunca antes, un tiempo pleno de peligros y oportunidades, de acechanzas y desafíos. Mientras el conocimiento humano alcanza niveles difíciles de imaginar, mientras la ciencia y la tecnología nos acercan posibilidades de realizaciones individuales y colectivas de plenitud, mientras se atenúan las fronteras que separan a los individuos, los pueblos y las culturas, simultáneamente surgen cuestionamientos y dudas. Especialmente para los países pequeños en su dimensión geográfica, para los pueblos reducidos en su magnitud demográfica. Como nosotros.
Y es en función de tales consideraciones que eventos como éste adquieren una importancia que los trasciende. Que aseguran su vigencia y explican su vitalidad, su poder de convocatoria.
Esto es bastante más que una marcha ecuestre, que un paseo, que una aventura, que una moda. Es más que el mero tránsito de jinetes y cabalgaduras. Esto es recuerdo, evocación, memoria, colectivas. Es el intento, a través de la recreación de las circunstancias, de rescatar nuestra historia, y comprenderla mejor, re-viviéndola-. Y tiene el enorme mérito de acudir a la época signada por la presencia del más grande, del primero. De quien será por siempre el Jefe de los orientales. Del que nos convoca a todos porque nos conmueve a todos, por encima de banderías, cintillos, divisas y partidos.
Pero no es vivir en el pasado, quedar atados al mismo, sino todo lo contrario. Se trata de volver a los tiempos de la Patria Vieja para conocernos mejor. Y estar entonces en las mejores condiciones para encarar y construir nuestro futuro. En eso estamos, felizmente.

Fuente: Intendencia de Florida. http://www.florida.gub.uy

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