El gobierno uruguayo cree que la política internacional al combate a la droga es errónea.

El enfoque de Uruguay con respecto al problema de las drogas es intransigente con respecto al  narcotráfico, pero de enfoque crítico del modelo denominado «guerra contra las drogas» que ha causado más daños y que no tiene en cuenta la integralidad para enfocar el problema de las drogas, sostiene el informe oficial presentado por la delegación uruguaya que está presente por estos días en las Naciones Unidas.

El Prosecretario de la Presidencia, Jorge Vázquez, encabeza la Delegación Uruguaya integrada por el Lic. Milton Romani y el Embajador Carlos Barros ante Naciones Unidas en el Debate Internacional sobre Drogas que se da en el seno de la Comisión de Estupefacientes.

En Viena se desarrolla la reunión del denominado Segmento de Alto Nivel con participación de Presidentes y Ministros de Estado (entre ellos el  Presidente Evo Morales y la Reina de Suecia), donde se fijará posición sobre una nueva Declaración Política de la Comisión de Estupefacientes que será llevada a la Asamblea General de la ONU.

Temas tales como Derechos Humanos, Reducción de Daños, Desarrollo Integral, paradigmas  sobre el enfoque de prevención y represión, política criminal han sido algunos de los de mayor debate y donde las posiciones son encontradas hasta el momento.

La intervención de Uruguay generó muy buenas repercusiones entre los países que quieren construir un nuevo paradigma en un tema tan complejo y difícil para toda la humanidad, se señala desde Viena por parte de voceros oficiales.

Uruguay expuso sus avances y logros en la materia, coherente con el enfoque planteado. Uruguay suma su voz a los países que promueven un  enfoque integral donde las políticas de prevención y tratamiento a nivel  mundial, estén debidamente equilibradas con la reducción de la oferta, donde las políticas criminales tengan un criterio de proporcionalidad para no penalizar a los consumidores y atender a la crisis penitenciaria de nuestros países, castigando con más rigor y focalizando en el crimen organizado y el lavado de dinero.

Por otra parte, defiende el derecho a la salud y propone incluir el modelo de reducción de daño como buena práctica y como enfoque de inclusión social. Adhiere al concepto de  desarrollo integral y sostenible para los países productores de coca y amapola, de acuerdo al principio de responsabilidad compartida entre el mundo desarrollado y los países dependientes. El enfoque de Uruguay con respecto al problema de las drogas es intransigente con respecto al  narcotráfico, pero de enfoque crítico del modelo denominado «guerra contra las drogas» que ha causado más daños y que no tiene en cuenta la integralidad para enfocar el problema de las drogas. Uruguay adhiere, además, al concepto de multilateralismo para realizar las evaluaciones y que tengan las garantías que deben tener estas herramientas.