Las autoridades sanitarias de Australia han obligado al gigante fabricante de gaseosas, Coca-Cola, a publicar un aviso a toda página en los diarios de mayor circulación en donde debían señalar que la archiconocida bebida “engorda” y “produce caries”.

Una durísima campaña se ha desatado últimamente y nada parece impedir que los cruces de opiniones de un lado y del otro lleguen a instalarse en todos los países del mundo, incluido el nuestro, cuyo gobierno ha colocado a la salud de sus habitantes como uno de los puntales de su prédica. Con todo ello, no es de extrañar que más temprano que tarde desde la presidencia de Vázquez llegue a sus ministros responsables de la salud de la población alguna advertencia en cuanto al consumo de la popular gaseosa. ¿Llegará?.

Ahora, la polémica estalló con fuerza en Australia. Incluso, el último número de la revista médica ‘The Lancet’ se hace eco de esta polémica para analizar las difíciles relaciones que existen entre los agentes de salud pública y las industrias de alimentación y bebidas. «Las medias verdades, la utilización de famosos para protagonizar las campañas y la relación de un producto con propiedades saludables son algunas de las técnicas más empleadas por las empresas de alimentación para promocionarse. Unas estrategias muy similares a las que empleaba la industria del tabaco», señala en un editorial.

En Australia, el organismo que vela por los consumidores y por las leyes de la competencia, el Australian Competition Consumer Commission, ha obligado a la compañía -Coca-Cola South Pacific Pty Ltd.-, a poner en diarios de tirada nacional anuncios corregidos. «Los mensajes lanzados en la campaña eran inaceptables y daban la impresión de que la bebida no podía contribuir de ninguna manera a ganar peso, a la obesidad o al deterioro de las piezas dentales. Esto podía confundir a los padres sobre las consecuencias de tomar Coca-Cola», señalan en un comunicado las autoridades.

Coca-Cola lanzó del otro lado del Mundo una campaña cuyo objetivo es desmentir algunos de los muchos “mitos” que siempre circulan en torno a esta bebida. Los mitos que recogía y desmentía con una breve explicación la campaña eran seis: ‘Coca-Cola está llena de aditivos y sabores artificiales’; ‘te hace engordar’; ‘era originariamente de color verde’; ‘algunas veces contiene cocaína’; ‘tiene mucha cafeína’ y ‘daña los dientes’. Aunque algunos de ellos son mitos infundados que no tienen ninguna base, los responsables australianos consideran que otros no son falsos o, al menos, no del todo.

No obstante, la publicación aprecia una nota común entre los anuncios de las empresas alimentarias y los profesionales de la salud. «Tanto unas como otras están desviando la responsablididad de las corporaciones a los individuos». El lema, apoyado por todos los agentes implicados en cuestiones de salud, es el siguiente: «Sí, Coca-Cola contiene calorías y sí, tiene ácidos, pero es responsabilidad de cada individuo regular su consumo».