El precandidato presidencial Luis Alberto Lacalle (Unidad Nacional) alertó el miércoles 22 de abril que «si aquí no viene una mano que ponga orden en el país y que separe tararira de un lado y bagre del otro, no vamos a terminar bien», insistiendo con la necesidad de bajar la edad de imputabilidad a 16 años.

Lacalle hizo las consideraciones políticas en un acto con nutrida concurrencia en Eduardo Raíz casi avenida Garzón en la zona de Colón, organizado por la lista 333 que conduce la candidata a diputada, Verónica Alonso.

«Si no viene alguien que diga: vamos a bajar la edad de imputabilidad porque es de 1935, de otra época, de otro mundo. No queremos bajar la edad de imputabilidad para que los chicos vayan a la cárcel pero tampoco los queremos sueltos aterrorizando la población, arrebatando, robando y pegando puñaladas», señaló.

Agregó que la idea es justa: «queremos sacarlos de circulación, detenerlos, pero no como ahora que van al Juzgado y salen porque tienen menos de 18 (años), aunque tengan una escopeta de caño recortado en la mano».

Explicó que su propuesta es que «sean responsables, estamos dispuestos también a darles el voto a los 16 años, porque también que sean responsable en lo bueno».

Puntualizó que «el tema que nos preocupa son estos que matan a los guardas de ómnibus, a los taxistas, que arrebatan la cartera, no los queremos llevar a la cárcel pero la primera obligación es que salgan de circulación, es decir, tenerlos confinados. ¿Dónde? ¿En la cárcel para que aprendan cosas peores? No, en el Instituto del Menor Infractor donde queremos cumplir la otra obligación que tenemos como cristianos, como gente de familia y como político: enderezar esas vidas».

Por tanto, «se trata de sacarlos de circulación y ponerlos en una institución en donde maestros, entrenadores deportivos, gente que los quiera ir a ayudar, por amor a Dios, por amor a la humanidad, está así (gesticuló con su mano efiriéndose a una gran cantidad), de gente que quiere dar su tiempo, dar amor y cariño».

División y odio

En su oratoria, la candidata a diputada Verónica Alonso sostuvo que conceptualmente en las medidas que ha tomado el gobierno «es fomentar que la gente no apueste al mérito, a la constancia, al sacrificio y al esfuerzo: lo único que ha generado este gobierno es división, rencor y odio».

Alonso estimó que el gobierno debe tomar medidas urgentes para revertir la ola de «rapiñas, hurto y violencia». Al referirse al flagelo de la pasta base, abogó por promover algunos pilares para evitar seguir perdiendo jóvenes, niños y familias.

Enumeró, entre ellas, la educación, fomentar los valores de la familia, que los padres tengan control sobre sus hijos, «y fomentar el deporte en las edades tempranas».

También aludió a la «rehabilitación urgente de los adictos» en donde manifestó que este gobierno ha sido «omiso» en la implementación de programas en los centros sanitarios «en donde no hay lugares especializados, no hay camas ni profesionales especializados».

«El mejor»

Al hacer uso de la palabra, el conductor de Correntada Wilsonista, Francisco Gallinal cuestionó una vez más la posibilidad histórica que tuvo el Frente Amplio de realizar un buen gobierno, al tener mayorías parlamentarias, la totalidad de los ministerios, de los entes autónomos, una coyuntura internacional favorable de precios, y bonanza económica.

«Tuvieron todo para ser el mejor gobierno y lamentablemente no lo fueron», manifestó Gallinal.

Para el líder de Correntada Wilsonista ante esta realidad «las poisibilidades del Partido Nacional se agrandan» y al comparar la gestión, «el Partido Nacional fue el mejor que tuvo el país en los últimos años».

El voto independiente

En parte de su discurso, Lacalle enfatizó en captar el denominado «voto independiente» y convencerlo para que vote en las elecciones internas del 28 de junio.

«En el país es cada vez mayor la cantidad de gente que dice ‘yo no tengo Partido’, ‘yo no elijo por Partido’, y le llaman el electorado independiente, y es un ciudadano que tiene todo el derecho de hacer eso», señaló el precandidato de la UNA.

La actitud de ese elector es como quien «va mirando como quien mira una vidriera los productos políticos que le ofrecen para ejercer el gobierno y resuelve cada vez con total independencia: no siguen una marca, van a buscar el producto, y ese electorado independiente, a veces puede llegar a decir, bueno, yo soy independiente y en las internas no me meto y hasta ahora ha pasado así porque no ha llegado al 50% la cantidad de gente que ha votado en las elecciones internas».

Para Lacalle, «es legal y legítimo, no es una cosa indebida pero no es conveniente» porque cuando venga la elección «ya le traen pronto el plato de la cocina en la que no estuvo: es mejor estar en la cocina para darle el gusto, el sabor a lo que uno prefiere».