En el marco de un acto realizado en la noche del domingo 20 de setiembre en Durazno, el candidato Luis Alberto Lacalle exhortó a hablar de propuestas porque mucho tiempo se perdió en cosas que a nadie le importan. También apuntó a los indecisos y dijo que son los que tienen la llave de la elección, pidiendo a la militancia que con respeto realicen una tarea de convencimiento. No para que se conviertan en blancos, sino para que vean la alternativa a lo que hoy tenemos y lo acompañen. Haremos lo posible para que el país salga adelante, lo imposible demora un poquito más, concluyó. Jorge Larrañaga dijo que se revela contra la pobreza y la indigencia no haciendo del pobrismo un botín electoral y un problema a la hora de votar. Hoy somos la paz de la república sentenció Larrañaga.

Lacalle dijo haber visto en su gira por todo el país el pedido desesperado de mucha gente que le solicitaba a la fórmula nacionalista que salvara al Uruguay lo que lo hace cargar con una pesada carga de confianza. Lacalle dijo que esta situación es posible porque Jorge Larrañaga remachó la unidad del Partido Nacional.

Venimos con alegría, fuerza y propuestas, dijo Lacalle, que es lo que se puede esperar del Partido Nacional y agregó que “bastante tiempo se ha perdido en cosas que a nadie le importan y que no la agregan nada a la vida del país”.

Lacalle explicó que la alegría es haber servido al Partido Nacional en el tiempo que pasó y la voluntad de servir alegremente pero con conciencia hacia delante.

La fuerza, explicó el candidato del Partido Nacional, es la de la firmeza en lo que uno cree y el haber actuado correctamente. No queremos populismo, queremos república. No queremos gobernar al grito ni hablar 5 horas por televisión, creyendo que eso es un gobierno. Queremos tener la fuerza de un gobierno representativo que gobernará dentro de la ley para que cualquiera pueda expresar lo que quiera respetando las normas pero un gobierno que se hará respetar.

Lacalle agregó que durante este período de gobierno se perdió la noción de la autoridad, en los liceos, en los partidos de fútbol y en las calles, donde en cualquier lugar campea, la grosería y la anarquía.

El compromiso de fuerza, es el de la fuerza de la ley, es el primer compromiso del gobernante, aplicar la ley para que esté tranquila la gente.

Habrá dijo Lacalle, una raya clarita que separará lo correcto de lo incorrecto.

Al que esté del otro lado se le acabará el recreo el 1 de marzo de 2010.

También explicó que hay otra fuerza, moral, espiritual e intelectual, la fuerza del convencimiento. Lacalle apuntó a los indecisos y dijo que son los que tienen la llave de la elección y le pidió a la militante que con respeto, tienen que realizar una tarea de convencimiento. No para que se conviertan en blancos, sino para que vean la alternativa a lo que hoy tenemos y lo acompañen.

Basta de pavadas

Basta de pavadas, dijo Lacalle y hablemos de propuestas concretas como las que tenemos editadas hace dos meses sin necesidad de tener que cambiar párrafos y páginas en reiteradas oportunidades.

Todas las propuestas van por el lado de generar inversiones para generar empleo y con ello se levante el comercio.

Lacalle dijo que no hay tiempo que perder y si el 29 de noviembre cuando termine el proceso electoral les toca, el lunes 7 de diciembre se instalan para comenzar a preparar lo que el 2 de marzo de 2010 y no para hasta pasados los 60 meses porque no hay tiempo que perder.

El candidato sentenció que se sentirá ruido a motor que quiere decir que el país despertó de sus siesta.

Dijo que los Ministros no tendrá ni un minuto de descanso, al igual que el Presidente y el Vicepresidente. Haremos lo posible para que el país salga adelante, lo imposible demora un poquito más, concluyó.

Luego de una caravana de más de 1000 automóviles, según los organizadores, la fórmula habló en Durazno ante un local desbordado de militantes.

Lacalle se solidarizó con Carmelo Vidalín, víctima del ataque más vil, según recordó.

Fuerza indetenible

Por su parte, Jorge Larrañaga dijo que están con una voluntad inquebrantable y una fuerza indetenible, con unas ganas de abrazar imaginariamente a todos los Uruguayos sin exclusiones, sin divisiones y enfrentamientos, con tolerancia y paz.

Dijo que no necesitan de la descalificación y el agravio, ni el puño crispado.

Tenemos el mejor candidato, el mejor equipo y el mejor programa para gobernar al Uruguay, sentenció Larrañaga.

Agregó que el país necesita certezas y no necesita más desconcierto del que tiene. Necesita el Uruguay un rumbo seguro e igualar para arriba.

Dijo que el Uruguay necesita la inversión para generar trabajo y también la inversión educativa para tener 500 escuelas de tiempo completo en todo el país.

Sentenció que quieren hacer de Durazno un centro universitario para que las facultades de veterinaria y agronomía puedan avanzar.

Larrañaga dijo que no desean uruguayos de primera y de segunda cuando hay muchos que huyen del campo por falta de oportunidades.

Dijo que si bien aplaude el plan Ceibal, frente a los guarismos de que el 50% de los niños que nacen en el país lo hacen en hogares pobres hay que buscar respuesta en esa línea. “De nada vale una computadora si se tiene la panza vacía” dijo Larrañaga.

Dijo que se revela contra la pobreza y la indigencia no haciendo del pobrismo un botín electoral un problema a la hora de votar.

Señaló además que al otro día de las elecciones, dejarán las banderas de lado para abrazarse todos en la bandera Uruguaya.

Dijo que el país tiene muchos años de enfrentamiento, de los pobres contra los ricos, de los trabajadores contra los empresario, de los unos contra los otros y necesita unidad, recreando una sociedad de Uruguayos.

Agregó que desde el F.A se ha postulado la división entre buenos y malos para ganar una elección, lo hicieron para gobernar y para tratar ahora de conservar el mismo.

Sentenció que quien aspire gobernar tiene que tener claro que se debe ganar el respeto de los que lo votan y los que no.

Hoy somos la paz de la república sentenció Larrañaga.

Larrañaga dijo sentirse orgulloso de integrar la fórmula del P.N y de ser compañero de Luis Alberto Lacalle.

Agregó que representan a un país que no quiere más crispaciones ni divisiones, la bandera de la esperanza.

Ese el gobierno que viene porque lo mejor está por venir, concluyó Larrañaga.