Nuestros vecinos, Argentina, llegaron en el pasado año de 2009 al podio mundial de la inflación. Según el consenso de las mediciones privadas en el año pasado la inflación fue del 15%. En base a ese dato, el país registró en 2009 la tercera inflación más alta en el mundo, sólo detrás de la República Democrática del Congo (ex Zaire) con 31,2% y Venezuela, con 28%) según el ranking de 186 países del FMI.
Acotando la tabla a los países de América latina, Venezuela y Argentina se cortan solos, lejos de países como Uruguay que tuvo una inflación anual de 7,5%; Brasil (4,2%), Colombia (3,8%); Perú (1,2%) o Chile, que sufrió una deflación del 0,5%.
Así, la inflación en Argentina, que se esfuerza en mantener al mismo tiempo controles de precios y un «tipo de cambio competitivo» aparece como una rareza entre los países con desarrollo mediano o emergente.
De hecho, la entidad de mediciones privadas Ecolatina subraya esta situación: «solamente nueve de los 186 países que conforman el FMI tuvieron índices de inflación más elevada que Argentina en los últimos cuatro años, y en la región el país es superado sólo por Venezuela». Ante ese panorama, Argentina parece asegurarse un lugar en el podio mundial de la inflación de 2010.