“Es la primera vez que a nivel de todos los estados del continente hay un consenso para acordar de qué hablamos cuando hablamos de participación”, señaló Victor Giorgi, redactor de “La participación de niños, niñas y adolescentes en las Américas, a 20 años de la Convención sobre los Derechos del Niño”, del Instituto Interamericano del Niño, la Niña y el Adolescente (INN), que fue presentada el viernes 25 de junio en el Anexo del Palacio Legislativo.

Giorgi, quien se desempeña como coordinador del Área de Promoción y Protección de los Derechos del INN, explicó que “la participación se basa en una concepción del niño y del adolescente como ser pensante capaz de hacer aportes”, o, como señala la publicación, entender a los niños, niñas y adolescentes “como personas capaces de comprender su realidad, formarse opiniones propias sobre ella”, y  “expresarlas en forma responsable e involucrarse en la solución de los problemas comunes”. Para ello, “es necesario que el mundo adulto reconozca y valore esas capacidades que el niño adquiere gradualmente desde el inicio de la vida para así habilitar su pleno ejercicio”, expresa el documento.

En nuestro país se destacan algunos ámbitos de participación para niños, niñas y adolescentes, tales como el Programa de Participación Infantil y Adolescente (Propia), llevado adelante por el Instituto del Niño y del Adolescente del Uruguay (INAU), el Plan Ceibal y el Parlamento Juvenil.

Para Giorgi, el Propia es el único emprendimiento que refleja cabalmente la participación de los menores de edad, a diferencia del Parlamento Juvenil, instancia que coexiste con una “fuerte concepción adultocéntrica vigente en amplios espacios de nuestras sociedades e incluso en las propias cabezas de los planificadores y operadores del campo de la infancia”. Sobre el Plan Ceibal, Giorgi dijo que el programa tiene “un enorme potencial”, pero que aún se está en la etapa en la que los jóvenes sólo tienen acceso a la información.

“Tomando en cuenta el tamaño del país, estamos por encima de la media en cantidad y calidad”, concluyó.

Fuente: la diaria, Genoveva Malcuori, pág. 13; 25/06/2010 y Voz y Vos.