“Pasión sin control” es el título del nuevo relato de Luis Alzamendi para compartir con los lectores de Sociedad Uruguaya.

“Trabajaba independientemente vendiendo ropas, varios días de la semana.

Cada uno de esos días, ella se levantaba para cumplir con dicha responsabilidad. Haciendo uso de un carro de  mano de una capacidad de un metro cuadrado, cargaba las cajas que contenían ropas para la venta, más las mesas que usaba para instalarse en un  lugar dispuesto por y para ella para exponer sus artículos. Dos viajes tenia que hacer trasladándose desde su casa a ese punto caminando, empujando el carro con alguno de sus hijos. Vez tras vez  descargando las cosas armar su puesto de venta y al culminar el día laboral, volver a colocar las cosas donde antes estaban, para así volver a su casa.

Fuera de esta actividad tenía dos aficiones, una era la de ir al gimnasio y allí hacer uso  de las pesas que disponía, con la finalidad de que su cuerpo fuera puesto bajo control, porque la hacía sentirse mal, el que se le pudiera ver con barriguita; la otra era una pasión por el fútbol. No se perdía nunca de ver a su equipo predilecto jugar, no dejaba que nada obstaculizara el poder hacerse presente en la cancha  para alentarlos, Para no ir sola se juntaba con otros hinchas, fanáticos del fútbol, apasionados de éste deporte.

Un día estando en su lugar de trabajo, dejó a su hija y a una amiga encargada de ese lugar, para poder ir a retirar las entradas para el partido próximo, porque no se lo quería perder. Invitando a su hijo fueron juntos  en una moto y en el trayecto de su casa a ese lugar, fueron embestidos por un auto, recibiendo su hijo una lesión en una pierna. El afán por obtener eso tan deseado, redujo su atención al tránsito”.

“Si inclinares tu corazón a la prudencia…cuando la sabiduría entrare en tu corazón…te preservará la inteligencia”.