La Fundación Logosófica Uruguaya celebró en el Hotel Sheraton los 80 años de la Logosofía en el mundo y los 50 años del Primer Congreso Internacional de la disciplina celebrado en Montevideo en 1960, con una conferencia magistral denominada “Logosofía: crecimiento profesional y desarrollo integral del ser humano”, a cargo del experto argentino Pablo Barassi.

Barassi, miembro del reconocido Centro de Estudios Logosóficos de Belgrano, manifestó ante una sala colmada de invitados que la logosofía es una nueva concepción del hombre y del universo, que posee dos grandes misiones: que los seres humanos se conozcan y superen, y que aprendan a compartir la experiencia con sus semejantes.

Asimismo, agregó que la logosofía brinda nuevas bases para que las personas encuentren sus propios recursos y se desarrollen. Y por tanto, para que en forma gradual y consciente vayan transformando los grandes anhelos en realizaciones.

Para Barassi uno de los principales dilemas que las personas tienen actualmente es que viven en un tironeo constante entre lo que tienen que hacer para cumplir con el trabajo, con ellos mismos y con la familia.  “Ponemos el esfuerzo en lo externo y efímero, y no en lo interno y lo permanente”, señaló y destacó que este dilema se soluciona “buscando realmente la posibilidad de conocernos”.

Además, advirtió que “desde hace siglos se nos viene inculcando a vivir fuera de nosotros mismos y nos hemos vaciado de contenido; nos falta conocimiento que llene el vacío cultural”.

En ese sentido, Barassi aseguró que “la logosofía es para aquellos que se dispongan a iniciar un maravilloso camino de descubrimientos a nivel interno”.

La introducción de la ciencia en Uruguay estuvo a cargo de Juan Geis, quien además protagonizó el lanzamiento de la Fundación Logosófica en el país el 10 de julio de 1932.

La Fundación Logosófica, una institución destinada a la investigación y difusión de la Logosofía, obtuvo su sede propia en el año 1947, cuando el creador de la disciplina, el argentino González Pecotche, seleccionó una finca situada en la avenida 8 de Octubre.

A partir de ese momento, la Fundación fue extendiéndose considerablemente, consiguiendo construir en el país en 1950, la primera Aula Magna de la Fundación Logosófica a nivel mundial. Fue allí donde se celebró el primer congreso internacional de Logosofía diez años después.

Uruguay fue el primer país en instalar una Escuela Logosófica y en comenzar a impartir una educación que además de dictar los programas oficiales, suma el cuidado por lograr la capacitación del niño y el joven como individuos, buscando propiciar su superación integral como seres humanos responsables, felices y crecientemente capaces de bastarse a sí mismos.

La Escuela, inaugurada en 1962, cuenta actualmente con un total aproximado de 600 alumnos que cursan cursos completos a nivel de primaria y secundaria.