En una polémica que continúa, el diputado Ricardo Berois respondió a un duro comunicado que emitiera un grupo de empresarios vinculados a la labor de las máquinas tragamonedas. “Nadie con improperios va a intimidarme para que deje de cumplir con mi deber de exigirle al Estado y a mis colegas parlamentarios que entre todos se proceda al control de esta actividad ilícita”, dijo Berois, en carta que reproduce Sociedad Uruguaya.

“Como parlamentario he hecho uso del art. 155 del Reglamento de Cámara, al presentar una Exposición Escrita con fecha 6 de marzo del corriente, referida a un Estado que considero ausente en la falta de control, regulación e intervención, en la fiscalización  de máquinas tragamonedas de comercios, bares, clubes, etc. Y como tal tengo la obligación de denunciar y reclamar la intervención estatal ante una actividad de juegos de azar que es ilegal y clandestina. Faltaría a mi investidura si no denunciara todo hecho ilegal y clandestino, por lo tanto dejo en claro que estoy y estaré en contra de todo juego de azar que no sea regulado y fiscalizado por el Estado uruguayo.

En lo que respecta a “regular” o “prohibir” esta actividad hoy ilícita,  será un asunto a resolver por el Parlamento todo.

Puedo intercambiar pareceres con personas que no estén de acuerdo con la prohibición y con quienes no quieran la regulación, pero de ninguna manera puedo permitir que se involucre mi persona, en tonos ofensivos que intentan descalificar mi participación.

Fui funcionario, Subdirector y Director de Loterías y Quinielas, desde el año 1977 a 1995 y por supuesto que tengo hasta hoy vínculos de amistad con quienes han sido mis compañeros de trabajo y todas las personas vinculadas a esa actividad. Si alguien tiene alguna prueba que desacredite mi honradez y mi proceder que la presente, pues estarán los Tribunales correspondientes para juzgarme.

En mi vida el único capital que he logrado acrecentar es mi honestidad, por algo mi pueblo me ha confiado por tres veces su representación en la Cámara de Diputados, no tengo nada que ocultar porque yo no tengo “negocios”, sólo el deber de denunciar todo hecho que esté fuera de la ley  y que a mi modesto entender el Estado ha dejado actuar sin control alguno.

Nadie con improperios va a intimidarme para que deje de cumplir con mi deber de exigirle al Estado y a mis colegas parlamentarios que entre todos se proceda al control de esta actividad ilícita. Y mucho menos desde una nota anónima, sin firmas, desvirtuando incorrectamente mis manifestaciones y tergiversando mi clara intervención con falsas posturas que de ninguna manera surgen de mi Exposición Escrita, referida al tema de las tragamonedas del juego clandestino.

Estoy mandatado por mi investidura y mis principios y estaré denunciando toda actividad ilícita que se pretenda realizar, exigiéndole al Estado y trabajando desde el Parlamento uruguayo, para que se asuma la responsabilidad ante cualquier omisión que se presente, en esta actividad carente de garantías y contralor.

Quiero remarcar que soy una persona pública con quien es fácil intercambiar opiniones, de esa forma actuó la Asociación Uruguaya de Fabricantes y Operadores de Juegos Electrónicos, siendo recibidos en mi despacho por mí. De esta forma se construyen posturas, en el intercambio sano de los diferentes puntos de vistas, y no como usted se ha conducido atacando, calumniando, tergiversando, confundiendo, ofendiendo a mi persona con el único objetivo de hacer prevalecer su interés, en este caso económico, sin discutir el fondo del asunto.

Soy consciente de los intereses que están en juego, el mío es estar a favor del Estado. Como la historia lo señala, los juegos de azar surgen con el país, pero el Estado debe de resguardar el interés general, a usted sólo lo importa su negocio –que no es precisamente un almacén de barrio-, y pretenderá que me haga el distraído, ante esta actividad que está invadiendo la sociedad sin regulación alguna.

Puedo renunciar a mis derechos pero nunca renunciaré a mi deberes porque para eso me han elegido. No eludo el diálogo y como no me duelen prendas puedo actuar tranquilo con mi conciencia, tal vez más que otros que no conocen el ordenamiento jurídico del país sobre juego. No represento más que a mi pueblo que está invadido por estos juego sin control alguno y con fácil acceso a menores de edad.  Cuando las dudas hacen ver vacíos legales, es el Parlamento que tiene la obligación de actuar. Usted defiende su negocio y yo defiendo el cumplimiento de la ley y, -ante presuntos vacíos legales-, legislar.

Como usted fue anónimo para los lectores, -no para mí-, yo voy a marcar la diferencia entre usted y yo. RICARDO BEROIS QUINTEROS”.

Fuente Imagen: noname.free.fr