ha resucitadoCompartimos el punto de vista de Diego Pereira profundizando sobre el significado de la Pascua.

“¡ALELUYA! ¡CRISTO HA RESUCITADO DE LA MUERTE Y VIVE HOY ENTRE NOSOTROS! Éste es el mensaje que hoy seguimos dando los cristianos al mundo y que no nos cansaremos de anunciar. Aún en las peores situaciones humanas, aún en la desidia y el cansancio, aún frente a la monstruosidad que algunos hermanos sean capaces de cometer, aún ante todo eso, nosotros creemos que el amor es la fuerza más grande que supera todo mal, que sana todo dolor, que transforma cualquier situación, pues el amor es fuerza que viene de Dios, es la energía divina que habita en el interior del ser humano y que tiene un poder sin límites.

¿Cómo creer esto? En la Cruz del Calvario el Dios Todopoderoso se reveló débil y limitado, pobre y despojado de todo poder visible, para dejarse llevar por lo que el mismo Hijo estaba experimentando: el amor y la compasión, por la dureza del corazón humano. En esa Cruz fue donde también Dios experimentó que lo que hace el milagro de la vida es el amor y le demostró al ser humano cuánto lo amaba pues aceptó morir por él aunque lo rechace o lo ignore. Dios decidió amar a la mujer y al hombre de manera completa, hasta derramar su sangre y lo hizo por amor. Vencer la muerte de la Cruz fue la confirmaciń del amor inmenso de un Dios apasionado por el ser humano.

La resurrección es el sello que Dios pone en la Alianza que volvió a realizar con el ser humano. Dios volvió a decirnos: “Los amo y nunca los dejaré. Aunque me ignoren yo estaré con ustedes”. Por eso es que nosotros tenemos la posibilidad de comenzar un camino con Jesús desde cualquier situación de nuestras vidas cuando decidimos creer en él y seguirlo. ¿Por donde comenzar? Pidiendo que nos ayude a vivirlo desde su presencia de Resucitado. Jesús vive entre nosotros y nos quiere acompañar. El nos busca incansablemente y quiere que podamos entrar a vivir su misma vida. Tenemos que abrir nuestros ojos a la realidad para poder experimentar su presencia viva y actuante entre nosotros. ¡Dios está vivo y podemos conocerlo!

La Palabra de Dios nos afirma que muchos hombres confirmaron la presencia resucitada de Jesús y somos muchas las personas que afirmamos habernos encontrado con él. Mucho nos miran como locos y si, quizá podemos decirles: “Sí, estoy loco”, pero loco porque he sido alcanzado por Jesús, y su presencia supera todo alcance de comprensión humana, pues el amor es mucho más que racional o sensitivo, el amor es una fuerza sobrenatural que fluye en el interior del hombre cuando Dios y su presencia habitan en él. Los discípulos de Emaús, luego de haber presenciado la muerte de Jesús, y mientras caminaban con él sin reconocerlo, sentían que el les ardía el corazón (Lc 22, 13-35). Y nosotros también sentimos ese ardor en el corazón por la presencia de Jesús cuando escuchamos su Palabra en el Evangelio, cuando estamos en verdadera comunidad, cuando creemos que todo es posible para Dios, porque Dios ama al ser humano y nunca lo abandona.

La Pascua es la confirmación de la locura de amor de un Dios que sigue buscando maneras de hacerle ver al hombre el gran amor que le tiene. Es un amor que va más allá de religiones concretas, de estructuras, de doctrinas, de ideologías. El amor de Dios trasciende fronteras, lugares, personas, épocas. El amor de Dios es fuerza transformadora a que convierte lo humano imposible, en lo divino posible; lo inimaginable humano en los divinamente confirmable. Dios nos ama y por ello el amor demostrado por Jesús lo salvó, y ese amor lo hace estar vivo entre nosotros”.

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