por Marcelo Márquez

Mariana Pomies fue una de las expositoras en el seminario e-POLITIKÁ organizado por  IAB Uruguay el pasado viernes 27 de octubre.

De reconocida trayectoria dentro y fuera de fronteras, la directora de Cifra, brindó una charla titulada “Comunicación Política Digital, arenas movedizas para el sistema político”.

Ante una de las consultas de los asistentes, Pomies fue consultada sobre la eventual grieta política y si eso está sucediendo o no en Uruguay.

“Es difícil medir una grieta. Lo que estamos es tratarlo de entenderlo más a nivel cualitativo a través de algunas respuestas. Yo creo que estamos anticipándonos y sobredimensionando. No es la grieta de Argentina. Cuando pensamos en grieta pensamos en Argentina, no estamos en ese nivel”, precisó.

Para Pomies “en la medida que nos fuimos transformando hace quince años en un país de dos grandes mitades, hay dos mitades que tienen muchos más puentes todavía de lo que tienen las partes en Argentina. Y eso es lo que todavía seguimos viendo, que hay muchas cosas más en común entre los votantes de la coalición y los votantes del Frente Amplio, más de los que los propios líderes de los dos partidos quisieran. Eso hace que la grieta no se construya tan rápido”.

“Yo creo que lo que más ayuda a la grieta no son las diferencias entre las personas o la diferencias de visión de los problemas, si no son los candidatos peleándose agresivamente, que los llevan a tener que tomar partido, pero no estamos en ese nivel del enemigo tan profunda; los militantes sí y es parte de militancia que ve al otro en un campo de batalla pero los militantes, así como dije que el 50% es cercano a un partido político, los militantes son el 20% y el otro 30% que es cercano a un partido político tiene muchos más puntos de contacto con los votantes de los otros partidos todavía”, señaló la directora de Cifra. A su entender “eso es una fortaleza que deberíamos cuidar y no acrecentar a través de las redes.

No estoy diciendo con esto que no haya divisiones. Yo no veo una grieta.

Lo que pasa es que lo estamos alimentando con eso de la grieta, de la grieta, y yo cuando hago cosas, investigo, veo puntos en común, veo visiones compartidas y veo que la gente tiende al centro y quiere cosas más hacia el centro”.

“Las diferencias las veo pero yo no las llamaría grieta. Capaz que soy una ingenua, pero no es sólo mi deseo es que veo todavía muchas cosas en común”, puntualizó Pomies.

Partidos sólidos

“Uno mira la campaña presidencial argentina y se pregunta: ¿qué viene para Uruguay? Es la primer pregunta. Y la verdad es que no espero una campaña similar a la de Argentina porque no estamos en la misma situación, y en parte por la pregunta formulada”, comenzó expresando.

Según Pomies “en Uruguay la mitad de los uruguayos se considera cercano a un partido político. En Uruguay, casi el 75% de los uruguayos al otro día de las elecciones sabe qué va a votar en la próxima elección y termina votando lo que pensaba que iba a votar cinco años antes”.

Evaluó que “eso se debe a que tenemos un sistema de partidos muy fuerte, con sus renovaciones, con sus cambios pero que ha sostenido el sistema democrático con relativa alternancia, porque incluso, aunque el Partido Colorado ganó la mayoría de las elecciones de este país, tenía alternancia interna de sectores porque cada partido logró algo que el peronismo parece que lo tiene aunque no está tan claro que lo tenga, y es tener una amplitud ideológica a la interna que sostiene diferencias y que permite esas diferencias”.

“Un sistema de partidos sólidos es lo que dice la ciencia política es lo que garantiza una democracia sólida. Cuando los partidos se debilitan, y la gente se deja de identificar con los partidos lo que empieza a aparecer son nuevas posibilidades, nuevos movimientos, nuevos partidos, que no siempre se consolidan y lo que hacen es que la democracia se debilite. Si uno mira en el mundo los sistemas más sólidos son aquellos que tienen partidos más fuertes”, dijo Pomies.

Pero “eso en Argentina se deterioró, los partidos se confunden, las fronteras se confunden, y nadie sabe, o todo es peronista o todo (es otra cosa), y eso debilita y desorienta al votante”.

“Yo mirabas las imágenes y en Argentina las campañas se basa mucho en las personas. En Uruguay las personas importan pero importan también los partidos y las campañas se apoyan mucho en los partidos. Algunas cosas bien, porque no somos una isla, pero los partidos, la presencia fuerte, institucional, marca algunas diferencias”, indicó.

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