En los últimos cinco años, el crédito automotor a nivel mundial ha mostrado una expansión significativa, impulsada por la digitalización de procesos, la baja de tasas en ciertos períodos y la creciente demanda de vehículos, especialmente usados. En mercados como Estados Unidos, Europa y partes de Asia, las fintech y bancos tradicionales han ampliado sus líneas de financiamiento, incluyendo opciones más flexibles y sostenibles. Sin embargo, también han crecido los niveles de endeudamiento y morosidad, lo que ha llevado a algunos países a reforzar sus regulaciones.
El crédito automotor sigue siendo un motor clave del consumo durable en economías desarrolladas y emergentes.
¿Y en Uruguay cómo estamos?
El stock de créditos para la compra de automóviles en Uruguay se triplicó en términos reales en los últimos cinco años, pero es un mercado donde solo operan los bancos privados.
La mención se encuentra en un Informe elaborado por la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU), en uno de los documentos anexos proporcionados a la Comisión de Hacienda de la Cámara de Representantes, a la cual solicitaron recientemente una entrevista.
En ese sentido, en Uruguay, la venta de vehículos nuevos ha tenido un buen desempeño en el 2024.
