La Intendencia Municipal de Montevideo anunció que realizará un relevamiento sobre el trabajo de los cuidaparques a poco más de tres meses de la nueva labor. Los funcionarios denuncian amenazas, malos tratos y lentitud en la intervención policial. A fines de diciembre del pasado año la comuna montevideana dispuso que un grupo de funcionarios se hiciera cargo de cuidar y vigilar el área de tres parques capitalinos: Batlle, Rodó y Vaz Ferreira. Si bien no existen datos precisos sobre la cantidad de intervenciones, la intendencia trabaja en recopilar los datos que forman parte del cuaderno de novedades diario de los 30 empleados. Si el balance es favorable, la comuna ampliará el servicio hacia el Prado y el Parque Rivera, extendiendo a 60 los funcionarios. El coordinador del Parque Batlle, Robert Rodríguez, dijo que ha mejorado mucho la situación de su parque, pero que todavía siguen teniendo problemas en tres puntos. Uno de ellos es el de los vecinos que pasean a sus mascotas. Indica que son muchos los que acatan las normas de juntar los excrementos, mientras que otros, que son los menos, tratan mal a los cuidadores.Otro de los temas que preocupa es el de la seguridad y el de la prostitución masculina. Dijo que los taxiboys, que son asaltados en la zona, recurren a los cuidaparques y asegura que es muy difícil poder controlar los movimientos que se dan dentro del parque. Por otro lado, el cuidaparque Rodríguez aseguró que ya no quedan indigentes que viven en el parque. En esos lugares está prohibido dormir y acampar. Sin embargo, hay algunos puntos donde se constató la presencia de gente durmiendo, como por ejemplo frente al Hospital Pereira Rossell y que se sabe son familiares de niños internados que no tienen donde quedarse, por lo que en estos casos se les permite dormir.