El diputado nacionalista Rodolfo Caram remitió una exposición escrita a principios del mes de agosto a los Ministerios de Transporte y Obras Públicas; de Economía y Finanzas, y por su intermedio a la Dirección General Impositiva; de Trabajo y Seguridad Social, y por su intermedio al Banco de Previsión Social; a la Junta Local Autónoma y Electiva de Bella Unión; a la Junta Departamental y a la Intendencia Municipal de Artigas, y por su intermedio a las Juntas Locales de Tomás Gomensoro y Baltasar Brum; acerca de la situación de las empresas de transporte de pasajeros del interior que atienden líneas departamentales.

Expresó que «las empresas de transporte de pasajeros del interior, que efectúan recorridos departamentales y aquellas que, a su vez, los realizan entre departamentos, pero que no llegan a la capital del país, tienen una realidad diferente de las que sí lo hacen. Esta evaluación no es hecha con sentimientos de inferioridad o con resentimientos, simplemente obedece a una realidad diferente, distinta, del transporte de pasajeros entre la capital y el interior. En general, son empresas pequeñas o muy pequeñas y, eventualmente, existe alguna mayor, con fuerte arraigo y tradición en cada uno de los pueblos a los que llega y/o pertenece.

El perfil genérico es de empresa familiar, en la que trabajan más de una generación al mismo tiempo, que ha renovado su flota o el único ómnibus, cada muchos años, siempre y cuando las condiciones fuesen muy favorables. Muchas de esas empresas tienen un solo vehículo, que circula por rutas o carreteras de tierra, en condiciones muy deplorables, con largos trayectos o cortos, pero que insumen mucho tiempo.

En algunos casos, hacer pocos kilómetros les lleva el mismo tiempo que trasladarse a Montevideo. Quienes vivimos en el interior del país conocemos muy bien esta realidad así como todos los uruguayos, que de una manera u otra tenemos vínculos con el territorio.

La ecuación costo/beneficio para estas empresas es muy diferente al compararse con aquellas mayores de nuestro mercado. Además, están sometidas a brindar servicios que les demandan mayores costos, por ejemplo, más horas de trabajo para recorrer menos kilómetros, el mayor desgaste de neumáticos y el mantenimiento de las unidades, para aquellas que transitan por caminos de tierra. Al igual que todas las otras empresas de transporte de pasajeros, éstas también aportan a la sociedad, tienen perfil de servicio público, transporte de escolares y docentes, policías y demás. Vale decir, que no hacemos referencia a la competencia de servicios entre distintas empresas, justamente, en la generalidad de los casos conocidos no es siquiera posible la competencia. Nos referimos a turnos únicos en el día y cumplidos por una sola empresa, ya que no hay habilitación para más de un servicio.

De todas formas, es conveniente corregir las actuales desigualdades existentes entre los diferentes tipos de empresas, para evitar que el rezago sea cada vez mayor. Se deberían contemplar los diferentes perfiles de las empresas, los recorridos, en lo que respecta a trayectos, distancias y demás. Para ello, entendemos que se debería propiciar un adecuado plan de renovación de la flota, acorde con las distintas situaciones, y un ajuste diferencial en los aportes al BPS y a la DGI, como alternativas viables. Es de nuestro conocimiento que los Ministerios de Transporte y Obras Públicas, de Economía y Finanzas y de Trabajo y Seguridad Social tienen la intención de trabajar en este tema, por lo que queremos aportar estas sugerencias y, a la vez, expresarles que no deben olvidarse de las empresas del interior profundo».