El pasado 18 de agosto se llevó a cabo una jornada técnica organizada por la Sociedad Uruguaya de Fitopatología donde se presentaron los resultados de un trabajo realizado durante el período 2004-2005 por INIA y financiado por BID en el marco del proyecto «Desarrollo de la Producción Integrada en Rubros Hortifrutícolas Exportables».

Los objetivos del trabajo consistían en: a) determinar el impacto ambiental de los sistemas de producción convencional e integrada en las principales áreas de producción hortícola y frutícola, b) evaluar la adecuación de los indicadores teóricos usados comparándolos con determinaciones in situ (análisis químicos y biológicos) y c) identificar puntos clave de impacto ambiental y proponer alternativas para mitigarlos, manteniendo un adecuado control de plagas y la producción económicamente competitiva. En una primera etapa se realizaron relevamientos de predios productores registrando aspectos tecnológicos relacionados con el uso de plaguicidas y colectando información para el cálculo de los índices. En el estudio de fruticultura se incluyeron frutales de hoja caduca: manzano, duraznero y peral principalmente siendo analizada la información de un total de 524 montes (193 producción convencional, 311 producción integrada).

En el estudio en horticultura se seleccionaron dos cultivos: tomate y zanahoria. En tomate se relevaron un total de 62 predios de los cuales 13 correspondían a producción integrada. Como al momento del trabajo no se contaba con productores de zanahoria de producción integrada se compararon dos situaciones diferentes en el empleo de plaguicidas: zonas donde es necesario el control químico del gorgojo de la zanahoria (13 predios) y zonas donde esa plaga no es problema (13 predios).

Complementariamente se seleccionaron zonas de concentración de los cultivos en estudio comprendidas en la cuenca de un pequeño curso de agua. Usando la información relevada en los predios de las cuencas se realizaron estimaciones de niveles de residuos de plaguicidas en suelo, aguas y sedimentos de las cañadas; las cuales fueron contrastadas con los resultados de análisis químicos y biológicos así como con valores tabulados de toxicidad para organismos acuáticos y terrestres.

Se colectó abundante información la que nos permitió conocer que para el caso de horticultura existen grandes diferencias en cuanto a los valores de los índices de impacto ambiental calculados, siendo los exhibidos por productores de producción integrada muy inferiores a los que realizaban producción convencional. Esos menores coeficientes de impacto ambiental estaban explicados no solo por el menor número de aplicaciones de plaguicidas realizadas sino también por los productos empleados. En general en producción integrada se recomiendan productos más selectivos y de menor impacto ambiental. En el caso de fruticultura si bien existe una reducción importante del número de aplicaciones de plaguicidas en la producción integrada respecto a la producción convencional, las diferencias entre ambos sistemas de producción son de menor magnitud que en la horticultura.

Respecto al análisis de los residuos de plaguicidas en las cuencas, en ninguno de los casos (horti y frutícolas) se encontraron residuos en agua o sedimentos lo cual concuerda con las estimaciones teóricas (siempre en base a paquetes sanitarios reales) las que arrojaban valores por debajo del límite detectable. No obstante los análisis biológicos realizados permitieron registrar al final de la micro cuenca frutícola cierto nivel de toxicidad crónica. Al contrastar los valores estimados con aquellos que provocan efectos sobre organismos acuáticos únicamente los niveles estimados de clorpirifos en la cuenca de zanahoria sobrepasarían la EC50 de Daphnia sp.

Se detectaron residuos en suelo de clorotalonil y clorpirifos en cultivos de tomate, y de clorpirifos en cultivos de zanahoria los cuales estaban muy asociados con el manejo sanitario realizado. Al compararlos con los niveles de toxicidad requeridos para afectar organismos terrestres vemos que podrían existir problemas con los niveles detectados de clorotalonil los cuales superan valores de LC50 para lombrices de tierra encontrados en algunas referencias. En relación a los predios frutícolas estudiados, al final de la temporada (marzo), se detectaron residuos de varios plaguicidas en suelo, no obstante los mismos desaparecen en el transcurso del invierno. El plaguicida más comúnmente encontrado en suelos fue el metil paration.

El trabajo fue llevado a cabo por un equipo que incluía además de los autores a estudiantes avanzados de Facultad de Agronomía, asesores privados, técnicos del MGAP, consorcio CAMM-UTA Fac. Agronomía-IMM Bromatología, IMM Laboratorio de Higiene Ambiental y por supuesto contó con la colaboración de todos los productores involucrados quienes amablemente brindaron su información y permitieron la realización de todos los análisis.