Las sucesivas bajas en el precio de los combustibles, sobre todo en las naftas, ha determinado un ligero incremento en las ventas en las ciudades fronterizas como Paysandú, vecina de la argentina Colón, pero esta mejora es todavía mínima y continúa el trasiego de este carburante desde la vecina orilla.

Pese al descenso de los precios de los productos que refina ANCAP, como consecuencia de la baja en los valores internacionales del crudo, la diferencia con el combustible argentino es todavía muy significativa. “La venta de naftas ha empezado a crecer pero todavía sin llegar siquiera a los niveles de 2001”, señalaron los propietarios de las estaciones de combustible en el litoral.