Latinoamérica recibió remesas por 60.000 millones de dólares. Es la región del mundo que recibe más dinero de emigrantes. Concretamente 45.660 millones de euros, unos 60.000 millones de dólares, en todo el año 2006. Es una cifra comparable “al total de la inversión extranjera directa” en el área, según lo señaló el economista del Banco Mundial Humberto López, experto en Latinoamérica y el Caribe, que añadió que el flujo de remesas que ha recibido la región entre 1991 y 2005 ha contribuido a acelerar su Producto Interior Bruto (PIB) en un 0,25%.

El economista del BM explicó que no son siempre los más pobres los que reciben el dinero, sino que como se demuestra en el caso de América Central los receptores están entre las clases medias, debido a que son los que tienen más medios para emigrar.
Las remesas tienen un impacto “pequeño pero robusto” en el desarrollo de Latinoamérica, señaló López, que añadió que si bien es cierto que los países que más dinero reciben desarrollan más su economía, el impacto final es “modesto” debido a los costes sociales y económicos asociados a la emigración.
Entre los costes sociales, este experto destacó la disgregación de las familias, las dificultades que suponen para miles de niños crecer sin la figura paterna o materna, o a veces ambas, además de los problemas de adaptación que tienen los emigrantes.
Las remesas también contribuyen a mejorar los indicadores sanitarios de la población de estos países, así como las tasas de escolaridad. La segunda región del mundo en cuanto a recepción de remesas es el sudeste asiático, con unos 34.245 millones de euros -45.000 millones de dólares-, aunque también hay que tener en cuenta que allí la población es cuatro veces mayor que en Latinoamérica.
Las remesas que recibe Latinoamérica se han multiplicado por 25 en los últimos 25 años, hasta el punto de que en países muy pobres, como Haití, la República Dominicana o El Salvador, el 20% de las familias reciben remesas, mientras que en México este porcentaje es del 6% y en Perú del 3%. En Haití las remesas equivalen al 50% del PIB.