A cinco años de la repatriación de los restos del cacique charrúa Vaimaca Perú, la Administración Nacional de Correos llevó a cabo la presentación de un matasellos conmemorativo en su memoria, expresa una nota del diario La República este jueves 19 de julio de 2007 con la firma de Enrique Auyanet (*).

La creación del matasellos contribuye al rescate de la memoria de la nación charrúa.

El 17 de julio homenajeamos al compatriota, al guerrero de la Patria Vieja, que luchó junto a nuestro prócer Artigas, por nuestra tierra, por nuestra libertad y dignidad.

También compartimos haber podido entre todos cumplir con el deseo de este abuelo charrúa, regresar a su tierra junto a los suyos. Al recordar a Vaimaca, recordamos a todos los hermanos anónimos que ofrecieron su sangre por nuestra patria. A todas las comunidades que enfrentaron con valor a los invasores, defendiendo sus más elementales derechos, defendiendo a sus mujeres y niños, considerados botín de guerra.

La presentación oficial de este matasellos, nos permite seguir contribuyendo con el rescate de la memoria de la nación charrúa, reivindicando a nuestros ancestros, redescubriendo sus valores y principios, así como también nuestras raíces indígenas, tantas veces ocultadas . Reafirmamos nuestro objetivo de trabajar por el derecho humano imprescindible, de saber, de conocer, todo nuestro pasado.

Vaimaca Perú nace alrededor de l780, en el seno de la nación charrúa y en el territorio de la Banda Oriental. Recibe de los ancianos el legado invalorable de la cultura charrúa. El amor a su tierra y a la naturaleza, la valentía, la libertad, el sacrificio de los intereses individuales ante los colectivos, la dedicación a su familia, el honor, el trato clemente a los vencidos, la fidelidad a la palabra empeñada y la espiritualidad de los ancestros. Recibe también la tradición de siglos de lucha contra el invasor colonialista, lucha que enorgullece y fortalece su carácter.

Aproximadamente a los treinta años fue elegido cacique de su tribu, en virtud de sus notables méritos como defensor de la comunidad y de su tierra. Por esos tiempos, en 1811, estalla la lucha por la independencia, acaudillada por José Gervasio Artigas, quien al igual que Vaimaca, recibió los valores éticos charrúas. Artigas dejo escriturado el principal derecho de los indios, de manera gráfica en el símbolo de su proyecto soberano de nación, el escudo de la Banda Oriental, coronándolo con la vincha de plumas charrúa.

A Vaimaca Perú lo sabemos soldado de Artigas según testimonios que se conservan. En 1814 Vaimaca Perú, baqueano, se pasa voluntariamente al servicio de nuestro héroe máximo, con un número considerable de guerreros. Otros testimonios, de 1828, recuerdan que «era un espectáculo ver al charrúa cargando a la cabeza, desnudo y montado en pelo, teniendo por sola arma su terrible lanza, derrotando a los batallones adversarios medio vencidos, por adelantado por el terror que les infundía, tan temible adversario».

En 1820 es derrotado Artigas junto a su proyecto soberano de nación. Quedando los indios, los negros y los pobres sin su protector, aquel sueño de justicia social se quebró.

Vaimaca, siempre dispuesto a defender su tierra, fue uno de los charrúas que acompañaron al general Fructuoso Rivera en la reconquista de las Misiones Orientales en 1828. En 1829 lo mantiene agregado a su estado mayor y le da el comando de un cuerpo indígena. Ese mismo año, en ocasión de firmarse la paz, Vaimaca se retira con sus hermanos al Ibicuy. Es apresado por Bernabé Rivera, en la Revuelta de Bella Unión, junto a su compañera Guyunusa y Senaqué, su fiel amigo.

Con el pretexto del interés científico y a iniciativa de un mercader inescrupuloso, Francois Decurel, es llevado a Francia contra su voluntad, junto con Guyunusa, Senaqué y el joven guerrero Tacuabé.

Luego de ser sometido a diversos estudios y agotado el interés científico, es exhibido en un circo junto a sus hermanos, donde sufren un trato cruel e inhumano. A consecuencia del maltrato y con la angustia de no poder regresar a su tierra, muere el 13 de setiembre de 1833.

Regresa a nuestra patria transcurridos 169 años, el 17 de julio de 2002, bajo los principios de justicia e igualdad que nuestra sociedad libremente eligió defender y en aras de las más altas convicciones artiguistas.

Es necesario destacar la sensibilidad y labor de los parlamentarios que luego de tres legislaturas y por unanimidad votaron la Ley Nº 17.256, que posibilitó la repatriación de los restos de Vaimaca – Peru en un acto de justicia póstuma.

(*) Presidente de la Asociación de descendientes de la Nación Charrúa. Integrante de la Comisión Honoraria contra el Racismo. Exclusivo para diario LA REPUBLICA.

Fuente: Diario La República. www.larepublica.com.uy