El Parlamento se vistió con la unanimidad de sonrisas, ingenuidad y aplausos, atmósfera de un escenario que sólo podía ser creado por 99 niños de todo el país que participaron del Concurso «Si yo fuera diputado», ocupando las bancas de moña y delantal, representativas de la escuela pública, da cuenta la nota del diario
Las barras, colmadas de familiares, padres, abuelos, hermanos, tíos y maestros que, fiel reflejo de los accesos tecnológicos en el corriente 2007, disparaban una y otra vez el obturador de su cámara digital y, también, de los teléfonos celulares versión cam.
Dentro del recinto, desde
Desde la tribuna, banderas identificatorias de escuelas rurales, un cartel al estilo Tinelli que decía «Te queremos Beli», mientras que en el recinto los niños no estaban solos, ya que varios de los «dueños» de esas bancas siguieron la peculiar sesión, como por ejemplo lo hicieron Washington Abdala (Partido Colorado), Nora Gauthier (Frente Amplio) y David Dotti, por nombrar una de las tres colectividades mayoritarias.
Siguieron el evento autoridades departamentales, y en
Numerosos exponentes de la prensa cubrieron la sesión de los más bajitos, mientras los taquígrafos estampaban su sello para la posteridad.
Premios y planteos
Y llegó la hora de los premios: cuatro por sorteo (dos del interior, uno de Canelones y otro de Montevideo); tres menciones y tres mejores trabajos.
Junto a ello, la fundamentación de «Si yo fuera diputado»… haría tal y tal cosa.
En varios de los casos, como sucede día a día en cada hogar, los más pequeños demostraron tener más sentido común que los mayores y, por ende, que nuestros actuales diputados…
Entre las sorteadas, Jessica Saraví, de una escuela de internado (lunes a viernes) de Fray Bentos (Río Negro), planteó la necesidad de contar con saneamiento y de barométricas para la limpieza de las cámaras sépticas y pozos negros. También pidió por la mejora de la situación de algunos basureros.
Le siguió Gianina Arambarry, de Montevideo, quien reclamó mayores contenedores en las calles, y también pidió por el cuidado de los animales.
Luego, una niña de Salto abogó por la limpieza de baldíos y por el abatimiento de la eventual inseguridad en los mismos.
Simón Gerlei, de Tala (Canelones), salió sorteado pero también había obtenido una mención y se mostró partidario de crear un canal infantil en televisión abierta para que muchos niños puedan entretenerse, teniendo en cuenta que muchos padres hoy no pueden pagar la televisión por cable.
Octavio Pérez, de Canelones, enfatizó en la necesidad de la integración del país «sin distinción entre el interior y la capital».
Karem Etcheverría, del interior profundo de Tacuarembó, fue muy clara: luz eléctrica, caminos, rutas, agua potable y lucha contra la violencia doméstica: «La luz es muy importante, ya que en el verano conservaríamos la carne, frutas y verduras», y cuando hay que hacer los deberes «y el sol se fue, tenemos que salir corriendo en busca de farolitos y velas, forzando la vista».
Comida «chatarra»
El secretario del cuerpo, Martí Dalgalarrondo, ofició de «escribano público» y dio a conocer los tres primeros premios.
El tercero, Noelia García y Laleska Pérez, quienes abordaron el tema de la «comida chatarra» y la necesidad de mejorar la dieta de los niños.
El segundo premio, para Lucas Etcheverría, de Toledo, Canelones, quien elevó la preocupación para que los escolares «puedan completar el segundo ciclo» con una mayor preparación en oficios y de esa forma «no caer en el alcohol o la pasta base».
«¿Cogobierno?»
El primer premio fue para Abril Martorell, de la escuela 131 «República de Chile» de Montevideo, quien promueve asambleas deliberativas de escolares con el objetivo de involucrar a los niños en los procesos de decisión. Propone instrumentarlo a través de la participación de delegados electos que se reunirán con padres, maestros, vecinos, autoridades, planificando actividades para la escuela.
Fuente: Diario
Fuente Imagen: Diario La Reública. http://www.larepublica.com.uy
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