La discriminación hacia las personas con sobrepeso es una característica de nuestra sociedad. Recientemente se creó una organización que pretende reducir los daños y la exclusión que existe hacia los gordos en el ámbito laboral.

Días atrás distintos medios de comunicación difundieron que este año en Uruguay se producirá: «La revolución de los gordos», a partir de la creación de «Gordos Organizados». Durante la primera aparición pública, voceros de la organización, plantearon qué fue lo que motivó la creación del grupo. El principal objetivo perseguido es «ser parte del sistema y de la sociedad, sin discriminación».

Discriminados

Para poder desarrollarlo y conseguir una mejor calidad de vida, plantearon una serie de propuestas que llamaron la atención a muchos ciudadanos e incluso generaron polémica y debates espontáneos en el mundo cybernético.

Entre las medidas estudiadas para presentar en una futura proclama frente a las autoridades y toda la sociedad, se establece una reducción de la jornada laboral, «porque un gordo no puede trabajar más de seis horas», planteó Luis Cherro, vocero de la organización a la agencia AFP. «Estamos excluidos de una cantidad de temas, además de padecer la discriminación. Despiden a personas por ser gordas o se ríen de nosotros», agregó.

Asimismo, Cherro detalló que algunos obesos de la organización tenían pensado realizar una huelga de hambre para «llamar la atención sobre la situación de dos hiperobesos, con 200 kilos, que están postrados en su cama y no les sale la jubilación».

En conversación con LA REPUBICA, Luis Cherro, aclaró que se precipitaron al plantear la reducción de la jornada laboral. «Yo me quiero reivindicar sobre ese tema; nosotros sí queremos trabajar», explicó el vocero de la organización, aunque sugirió que una buena propuesta laboral es el tele-trabajo, pues «la persona obesa lo puede realizar desde su casa, ya que muchas veces está sin trabajar porque no se puede ni mover», añadió.

Sin antecedentes

Desde la Inspección General de Trabajo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) informaron que el mayor porcentaje de denuncias recibidas se deben a persecución sindical y acoso sexual, y no al sobrepeso.

María Narducci, inspectora general de Trabajo, comentó a LA REPUBLICA: «Luego de 20 años de trabajo en el Ministerio, jamás tuvimos denuncias por discriminación religiosa, de raza, ni por el aspecto físico de alguien».

Narducci explicó que la investigación ante un posible caso de discriminación es una manera de preservar los derechos de los trabajadores, aunque admitió que es «un tema muy delicado», pues «la investigación supone un proceso largo en el cual hay que presentar pruebas que acrediten que la discriminación existe».

Asimismo informó que en el Ministerio únicamente están al tanto de lo que han difundido los medios, pero no han recibido a ningún representante del grupo planteando las inquietudes. Hasta el momento se trata de algo nuevo, sin antecedentes.

En este aspecto Cherro aseguró que si existe discriminación, «es tácita». No sólo en el ámbito laboral, sino en el trayecto hacia el lugar donde «hay que soportar las miradas y risitas».

Más necesidades

El representante del grupo de personas con sobrepeso recientemente conformado anunció además la necesidad de obtener rebajas en los alimentos dietéticos y descuentos especiales en materia de salud.

También señaló la falta de locales que vendan ropa adecuada y detalló que no se puede «viajar cómodamente» en el transporte capitalino porque no entran en el asiento y la gente «nos mira mal porque ocupamos mucho espacio».

Para el 23 de febrero, los integrantes de Gordos Organizados tienen prevista una caminata por la rambla con todas las personas que se acercaron, que hasta el momento son más de 5.000. Por informes: gordosorganizados@hotmail.com o 096792400.

«No debemos dar lástima»

Los planteos del nuevo grupo «Gordos Organizados» despertaron polémica en la sociedad.

Cristina Becerra, coordinadora de un grupo de la Asociación de Lucha contra la Obesidad (ALCO), comentó: «Es difícil, pero no están enfocando el tema como corresponde. Que pidan ayuda está bien, pero tienen que saber que se pueden recuperar». Si bien reconoció que hay discriminación, agregó: «No debemos dar lástima por ser gordos». Para evitarlo es necesario estar «dispuestos a cambiar hábitos y reducir las porciones», dijo Becerra.

Solicitar la disminución de la jornada laboral «demuestra que queremos quedarnos sentados, dejando en evidencia el sedentarismo», explicó Becerra, que bajó 43 kilos con ayuda profesional. Ante este comentario, Luis Cherro de Gordos Organizados dijo resignado: «No queda otra para quienes pesan 180 kilos».

Fuente: Diario La República. http://www.larepublica.com.uy