La Mesa Ejecutiva de CNFR sesionando en forma ampliada con delegados de 18 entidades de base del rubro hortifrutícola del sur y del litoral norte del país; si bien reconoce la necesidad de asegurar el abastecimiento de estos productos al consumo nacional -sobre todo a las franjas más humildes de nuestra población-, cree del caso realizar las siguientes precisiones:

  • 1. Que de una buena vez las autoridades nacionales deben tomar conciencia de que la causa de este desabastecimiento no se limita a inconvenientes climáticos circunstanciales, sino que el problema de fondo está en la desaparición de miles de productores familiares que se dedicaban a esos rubros y a la concentración que se ha venido dando en la producción de los mismos.
  • 2. Que de la misma forma se constata un proceso concentrador tanto en la distribución como en la comercialización de estos productos, con la consecuente especulación.
  • 3. Que como resultado de ello, del precio final que paga el consumidor, sólo una ínfima proporción llega a manos del productor -que en muchos casos no llega a cubrir sus crecientes costos de producción-; por lo que se hacen necesarias políticas activas para la disminución de los mismos (insumos, combustibles, transporte para el caso de producción de primor) y para el contralor de la transparencia en los demás eslabones de la cadena.
  • 4. Que así como las autoridades buscan rápidas soluciones para asegurar el consumo, deberían actuar con igual diligencia cuando en situaciones de alta productividad, los productores se ven obligados a malvender o incluso dejar sin cosechar su producción, con el consecuente perjuicio para ellos y sus familias.
  • 5. Que configura una injusticia que se ponga especial énfasis en los precios de frutas y verduras cuando están altos e inciden en la inflación, sin que se haga referencia a los beneficios que recibe el consumidor cuando éstos se comercializan a precio de ruina.
  • 6. Que manifestamos nuestra discrepancia frente al anuncio de una eventual exoneración del IVA a la importación de frutas y hortalizas, ya que ello no implicará una baja en los precios de comercialización y porque operaría en beneficio de la producción importada, restando posibilidades de competencia a la producción nacional. Debe tenerse en cuenta además, que la recaudación del IVA es la que financia el Fondo de Fomento y Reconstrucción Granjera, que al momento constituye una de las pocas herramientas en beneficio de pequeños productores del sector.
  • 7. Que resulta paradójico que un país con un enorme potencial para alimentar con creces a su población y para exportar excedentes a una demanda mundial en aumento de este tipo de productos, tenga que recurrir año a año a la importación de los mismos, con la consecuente pérdida de divisas y de fuentes genuinas de ocupación de mano de obra.
  • 8. Que así como el país en otros momentos identificó y definió la promoción con fuertes subsidios de otros emprendimientos productivos (por ej. la forestación); se hace impostergable que ante la gran demanda mundial de alimentos, las autoridades nacionales pongan atención en la importancia estratégica que la Agricultura Familiar tiene para la producción de los mismos y para la generación de un modelo de desarrollo sustentable y actúen en consecuencia, llevando a la práctica las tantas veces anunciadas pero nunca concretadas, Políticas Diferenciadas para la Agricultura Familiar.

Montevideo, 24 de junio de 2008.

COMISION NACIONAL DE FOMENTO RURAL.
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