El grado de confianza de los uruguayos en las instituciones del país no tiene mayores sorpresas. La mayoría desconfía de la burocracia estatal, los sindicatos, los empresarios y la Iglesia.

Así lo consigna la encuesta realizada por Interconsult, cuyo responsable es el ingeniero Juan Carlos Doyenart y difundida el 30 de junio de 2008 a través de diario Últimas Noticias http://www.ultimasnoticias.com.uy

La base de un sistema democrático radica en la confianza que la ciudadanía deposite en sus instituciones. Si la gente comienza a descreer en aquellas instituciones que hacen a la vida social, política y económica, que sustentan y hacen cumplir las reglas de juego pactadas en una Constitución, seguramente se trata de una sociedad seriamente amenazada en sus bases democráticas y es hora de preocuparse. Ciertamente, en el período previo al golpe de Estado, muchos uruguayos habían comenzado a descreer en las instituciones, lo cual no implica que demandaran por una dictadura militar, pero sí que estas instituciones se encontraban muy debilitadas. En esta era que nos ha tocado vivir, muchas cosas están cambiando, la revolución tecnológica ha traído consigo la globalización y formas de generar riquezas muy diferentes, que afectan sensiblemente las estructuras de nuestras sociedades. No solo están cambiando las estructuras del poder económico, sino también nuestros estilos de vida y muchas instituciones pensadas para la era industrial, hoy se encuentran seriamente cuestionadas.

¿En qué creemos, en qué confiamos los uruguayos? Los uruguayos seguimos siendo descreídos, desconfiados, quizás producto de una sociedad que sigue pensando que en el pasado vivíamos mucho mejor y que este presente no es el que queremos. Mucho se ha hablado del descreimiento de los uruguayos en la clase política y en los políticos en general, pero en realidad hemos seguido esperando que el Estado, los políticos, nos devolvieran aquel viejo Uruguay, el de Maracaná. En definitiva, el descreimiento se alimenta de una gran frustración por no poder recobrar el Uruguay perdido. Las viejas instituciones de la era industrial, en muchos casos ya no responden a nuestras necesidades y comenzamos a perder la confianza en ellas.

Interconsult, en más de una instancia ha realizado encuestas con el fin de conocer el grado de confianza, de credibilidad en las instituciones, así como en las principales personalidades o referentes de nuestro medio. El procedimiento utilizado para medir la confianza de la población en ciertas instituciones es muy sencillo. A cada entrevistado se le solicita calificar a cada una de las instituciones que se le presentan en una lista en una escala del 1 al 10, donde 1 es desconfianza total y 10 confianza total. La confianza se mide en calificaciones de 7 o más, mientras que la desconfianza se gradúa entre el 1 y el 4. Las calificaciones de 5 o 6 son consideradas como posiciones neutras, «ni confía, ni desconfía».

Justicia y el Parlamento

Tanto el sistema judicial como el parlamento son dos pilares básicos de cualquier sistema democrático. Muchas veces la desconfianza en los referentes políticos genera desconfianza en el Parlamento, lo cual supone descreer de quienes elegimos como nuestros representantes. Lógicamente que en los sistemas presidencialistas, como el nuestro, muchas veces la población centra su atención y apoyo en el Poder Ejecutivo, antes que en un Parlamento que es percibido como ineficiente por su carácter deliberativo. En nuestro caso un 44% de las personas entrevistadas por Interconsult dice confiar en el Parlamento (escala del 7 al 10), mientras que una cuarta parte afirma no confiar en él (escala del 1 al 4) y casi un 30% ni confía, ni desconfía. Claramente, la composición coyuntural del Parlamento condiciona fuertemente las respuestas porque en el pasado quienes más desconfiaban de él eran los votantes de izquierda siendo minoría, pero hoy que el Frente Amplio controla el Parlamento, la mayoría de los frentistas dicen confiar en la institución (46%), mientras que blancos y colorados son quienes más desconfían (69 y 60%, respectivamente.

Un segundo pilar de la institucionalidad democrática radica en el sistema judicial, descreer de la independencia de este es, sin lugar a dudas, un hecho muy grave, aunque muchas veces las expresiones de descreimiento se basan en su ineficiencia y no en su independencia. Sin embargo, más de la mitad de los uruguayos confían en la Justicia y una quinta parte afirma que no confía. En este caso, los simpatizantes colorados son quienes más confían en la Justicia (59%), pero también lo hace un 55% de los frentistas y un 49% de los blancos. Mirado desde el otro ángulo, quienes en mayor medida desconfían de la Justicia son los nacionalistas (30%).

burocracia estatal

Un capítulo aparte merece la burocracia estatal, que por primera vez estamos testeando en una encuesta. Del conjunto de instituciones es la menos creíble (5%) y quien recibe un mayor grado de rechazo, donde un 70% de los entrevistados dice confiar poco o nada en ella. Esta opinión se encuentra bastante extendida en todos los grupos de opinión.

GREMIOS Y EMPRESAS

Aquí nos encontramos con las dos instituciones que hacen a la vida del trabajo, de la producción y finalmente de la generación de riquezas.

Quizás no sea casualidad que estas sean las dos instituciones de nuestra corta lista que menores grados de credibilidad generan.

Por una parte, el 30% dice confiar en los sindicatos, mientras que otro 40% afirma no confiar. Asimismo, solo poco más de la quinta parte (22%) confía en los empresarios y un 42% desconfía de ellos.

También en este aspecto las simpatías político-partidarias tiñen mucho las opiniones. Seis de cada diez frentistas dicen no creer en los empresarios, mientras que este porcentaje baja al 20% en el caso de blancos y colorados. Sin embargo, cuando hablamos de los sindicatos, las posiciones se emparejan entre blancos y frentistas, quizás por los duros enfrentamiento de los últimos tiempos entre el gobierno frentista y algunos sindicatos, tanto en el ámbito nacional como departamental de Montevideo.

La prensa y las iglesias

La prensa, a quien muchas veces se le atribuye el rol del «cuarto poder», genera la credibilidad en más del 40% de los entrevistados por Interconsult. Un 44% dice confiar en la prensa, mientras que un 46% confía en los informativos de la televisión. Si bien el nivel de cobertura de uno y otro medio es muy diferente, no así su grado de credibilidad. Por su parte, existe una quinta parte que no confía en los diarios y semanarios, mientras que dicho porcentaje baja al 16% en el caso de la televisión. Blancos y frentistas son quienes presentan los índices más altos de desconfianza en los medios de comunicación (cercano al 20%), a pesar de que casi siempre los «oficialistas» son más críticos con la prensa.

Finalmente, la lista de instituciones coloca a las iglesias (ninguna en particular). Aquí nuestra matriz laica se pone de manifiesto cuando preguntamos por la confiabilidad de las iglesias, con un 33% que no opina o dice no tener motivos para confiar o desconfiar. Casi una tercera parte dice confiar en las iglesias, mientras que un 35% afirma no hacerlo. Mientras que los blancos son quienes más confían en las iglesias, los colorados son quienes menos lo hacen.

Ficha técnica.

Encuesta realizada por Interconsult entre los días 6 y 9 de junio de 2008, de acuerdo a las siguientes características:

Universo: Personas mayores de 17 años, de ambos sexos, residentes en localidades mayores de 5.000 habitantes.

Tamaño de muestra: 874 hogares.

Diseño muestral: muestra probabilística, por conglomerados, bietápica, estratificada por zonas y nivel socioeconómico.

Error máximo de muestreo, sobre la base de una confiabilidad del 95%: +/- 3,2% para el total de la muestra. Las entrevistas fueron realizadas en forma personal, en los hogares de los entrevistados.

Pregunta:
Si tuviera que calificar a las siguientes instituciones, de acuerdo al grado de confianza que le generan, en una escala del 1 al 10 donde 1 es desconfianza total, 10 confianza total.