Compartimos la palabra del senador Mariano Arana (Vertiente Artiguista) en la hora previa del Senado del pasado 10 de setiembre de 2008, aludiendo a actos de la “Memoria” contra la dictadura.

La Memoria puede percibirse como nostalgia o como interpelación y desafío de cara al futuro.

En la medida que adherimos a esta última postura, nos resulta imperioso recordar (y celebrar) los acontecimientos que hace ahora un cuarto de siglo preanunciaron la derrota definitiva de la dictadura en el país.

Señalemos 5 instancias trascendentes de 25 años atrás:

Primero fueron los trabajadores en el inolvidable y multitudinario acto convocado el 1º de Mayo del 83, que colmó los espacios adyacentes al Palacio Legislativo bajo la consigna de :

Libertad, Trabajo, Salario y Amnistia.

Más tarde, el 25 de agosto, 3 religiosos: 2 sacerdotes católicos (Luis Pérez Aguirre y Jorge Osorio) y el pastor metodista (Adhemar Olivera), ayunaron y reflexionaron juntos en la sede de Cristo Rey de la calle General Flores, en reclamo de: Libertad, Democracia y Amnistía y fueron acompañados desde la calle por miles de compatriotas (mayoritariamente mujeres) culminando la jornada con aquel recordado caceroleo y apagón voluntario de las luces domiciliarias.

Un mes después, el 25 de setiembre, la inolvidable Marcha de la Primavera convocada por el Movimiento Estudiantil que recorrió las calles de la ciudad, alegre y bulliciosa concentrándose en el Estadio Franzini dio a conocer un manifiesto que entre otros conceptos afirmaba:

“Hemos tenido que soportar todos estos años en todo el sistema educativo una campaña difamatoria de nuestro pasado y nosotros que no somos esclavos del pasado queremos decir bien alto que no lograron acabar con la memoria histórica del movimiento estudiantil,… quisieron que fuésemos la generación del silencio, pero como siempre fracasaron los autoritarismos.Este pueblo no puede ser otra cosa que democrático, este pueblo es democrático por su existencia misma y su enseñanza será democrática”. El 4º acontecimiento de enorme trascendencia, fue el Acto convocado por todas las fuerzas democráticas alrededor del Obelisco de los Constituyentes de 1830. Con vehemencia y convicción aquel memorable 27 de noviembre del 83, Alberto Candeau convocó a toda la ciudadanía a “Un Uruguay sin exclusiones”. Y finalmente, evoquemos la conmovedora llegada de los 154 niños del exilio, el 26 de diciembre de ese mismo año.

Algunos de ellos pudieron conocer, recién entonces a sus familiares y aún a sus propios padres, aún presos en las cárceles de Libertad y Punta Rieles.

Instancias, todas ellas, que constituyeron un fermento esperanzador y entusiasta contrastante con las miserias del oscurantismo.

Estamos en conocimiento de una iniciativa presentada por la Dra. María Elena Martínez y el Prof. Oscar Destouet, titular de Derechos Humanos y Coordinador de Políticas de Memoria del Ministerio de Educación y Cultura, para que se lleve a cabo, el próximo 27 de noviembre un acto celebratorio de aquella histórica jornada cívica; iniciativa que por cierto contará con todo nuestro apoyo.

Solicito que sean remitidas a:

Presidencia de la República.

Responsables de DDHH del Ministerio de Educación y Cultura.Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos y Desaparecidos.SERPAJ, CRYSOL y SERSOC.Museo de la Memoria.PIT –CNT.FUCVAM.Universidad de la República.ASCEEP – FEUU y a Todos los partidos políticos.