Uruguay es visto a nivel de la Sociedad Interamericana de Prensa como el «ejemplo más extremo» en cuanto a la «presión que ejercen los gobiernos» a los medios de comunicación. En las conclusiones de la reunión de medio año de la SIP, que terminó recientemente en Asunción del Paraguay, la organización que reúne a unos 1.300 medios de comunicación del continente, sustenta que la situación se degradó porque «los violentos enemigos de la libertad de expresión cobraron nuevas víctimas entre los periodistas».
Desde octubre pasado, cuando la SIP realizó su reunión anual en Madrid, «seis periodistas fueron asesinados en las Américas, aparentemente por cumplir su labor periodística» dice el informe final.
Aunque un periodista murió en Venezuela y otro en Paraguay, para la SIP «México continua siendo el país más peligroso» porque allí fueron asesinados cuatro de ellos «y hubo ocho ataques contra periodistas o sus centros de trabajo».
Sobre México la SIP sostiene que «hasta camiones de reparto de diarios han sido blanco de organizaciones criminales en su intento de silenciar a la prensa» y los «crímenes permanecen impunes, como el perpetrado hace cuatro años contra Alfredo Jiménez Mota, periodista del diario El Imparcial de Sonora».
En medio de las críticas, las conclusiones destacan que «una noticia positivas entre tantas noticias lúgubres de violencia, es que Colombia, país que fue uno de los más peligrosos para el ejercicio del periodismo, sigue sin registrar un solo caso de asesinato de periodistas».
La SIP resalta, además, que en el último semestre «los Gobiernos populistas que siguen los dictados del presidente venezolano, Hugo Chávez, intensificaron sus campañas de abusos y ridiculización de las empresas mediáticas y sus reporteros».
«En Venezuela, el presidente Chávez ha seguido con su indesmayable tarea de humillar a la prensa. Su retórica ha tenido consecuencias reales», sustenta la SIP, que relata el ataque de un grupo con gases lacrimógenos contra el diario El Nuevo País.
Para la organización de la prensa continental «esta retórica incendiaria ha sido adoptada entusiastamente por otros jefes de estado del hemisferio, como Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador, Daniel Ortega en Nicaragua, Manuel Zelaya en Honduras, Álvaro Uribe en colombia, Óscar Arias en Costa Rica, Álvaro Colom en Guatemala y Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil»
Y aquí nos toca a nosotros: «quizás el ejemplo extremo es el Gobierno de Uruguay, el cual se ha referido públicamente a los periodistas » con insultos entre los más leves «gusanos» o «payasos», señala la organización.
Coincidentemente con la declaración de la organización de empresarios de los medios de comunicación, tomó estado público un mensaje enviado supuestamente por el subdirector del servicio de prensa y difusión (SEPREDI) de la presidencia uruguaya a un periodista radial. En el mensaje supuestamente enviado por el jerarca se leía el calificativo de «gusano» hacia el locutor. Ni SEPREDI ni la radio en la que se desempeña el periodista han dado a conocer su posición en la controversia.  
La SIP indica finalmente que «lo más decepcionante ha sido ver la complicidad de ciertas organizaciones mediáticas» en esas campañas contra la prensa de parte de los Gobiernos de varios países.

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